Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

PRIMEROS ACTOS DEL PROTECTORADO 573 _..~ constituirla en el emporio del sur. Este gran destino pide que, l on anticipación, se establezcan las bases sobre que debe girar nuestro comercio con los demás puntos de la tierra. Una junta de comerciantes ilustrados trabaja con empeño en arreglar los aran· celes de derechos, en que, conforme a las instrucciones de S.E., de– ben prevalecer la franqueza.. la claridad y precisión. Es necesario que, con la libertad de la patria, salga su tráfico del confuso caos en que estaba enredado. Esta obra, en que se desea la perfección correspondiente a las luces del siglo y paternales deseos del gobier– no, requiere aún cuatro o seis meses de trabajo para llegar a su fin. Exigiendo, entre tanto, la concurrencia de buques mercantes en el puerto del Callao, un arreglo de derechos provisional, se pu· blica el siguiente, en que se han unido los principios más liberales, sobre las mejores bases, para hacer prosperar el comercio, y evi– tar la confusión de tantos y tan complicados derechos, que hacían perder el ti6mpo y la paciencia a los hombres activos que en él se ocupaban". Lejos de revelar oscuridad y estrechez, poca visión y extremo atraso, las líneas anteriores acusan el claro concepto que el minis– tro habíase formado de la urgencia y de los puntos saltantes de la reforma; la previsión patriótica de un espíritu, como el suyo, que ansiaba ver, al Perú y a su capital, convertidos en "emporios del sur"; la posibilidad de propender, con mayor detención y conoci– miento, a más abiertas y menos odiosas imposiciones arancelarias, a la sazón preparadas por hombres competentes en la cuestión; la rapidez con que, mientras tales estudios se traducían en hechos, debía acudirse a reglar, provisoriamente, un tráfico que la rendición del Callao diez días antes, y el anhelo natural de lucro, habían ini– ciado, con entusiasmo y con fruto, en el vecino puerto, ya visitado por navíos mercantes de naciones lejanas, industriosas y opulentas, ganosas de entablar vinculaciones y negocios con el flamante Estado; la utilidad de extinguir el caos precedente, su confusión y complica– ción en los derechos, su pesadez y somnolencia en las operaciones; y, en fin, la resolución de hacer todo esto con la "perfección corres– pondiente a las luces del siglo", a los propósitos del gobierno, a la prosperidad y el engrandecimiento de la patria, sobre bases que, desde luego, se califican con razón de convenientes y liberales. XVI '"¿Cuáles fueron esas bases? Podemos reducirlas a once: H.-Proteccionismo, en sus dos fases: prohibitiva y liberativa.

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