Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
588 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ provecho del cuerpo; 3? en la traslación, al Cerro, de la fundición de Paseo, a fin de que "el minero se evitara la molestia de un camino expuesto a robos, y pudiera acudir inmediatamente a cambiar su piña por dinero, lo que haría natural y correlativo el establecimien– to de un banco de rescate; 4? en la recaudación, por la misma Direc– ción General, de los valores que, en Paseo y en todas las provincias del Estado, produjera el impuesto de real en marco, previa remisión de cuentas semestrales por los ministros de las respectivas cajas; 5? en la aplicación de tales valores al movimiento y fomento del ban– co de rescate; 6? en la institución de este último por el propio Di– rector General, quien propondría el modo y los medios convenien– tes para el mejor impulso y progresos de la minería; 7? en la crea– ción de los empleos necesarios para el desempeño de la contabilidad y administración de todos los intereses del gremio, en sus distintas relaciones; 8? en que, concluido el arreglo del mineral de Paseo, pa– sase el Director al de Huancavelica; lo visitase y propendiese a su desarrollo, antes de establecerse en Lima, desde donde, en último término, vigilaría el ramo; y 9? en poner, intertanto al cuidado del archivo del Tribunal y de su más exacto arr·eglo, a un empleado con el nombre de archivero. Concluía el informe recomendando la protección a las máquinas mineras; la conversión de los caminos de herradura en carreteros, pa– ra superar el obstáculo que la falta de bestias de carga oponía a la producción; la explotación de las salinas existentes en las proximida– des; una atención más solícita a las minas de azogue, auxiliares esen– ciales de la minería, ya que -decía- "Huancavelica ha producido, contra los conatos del gobierno español, desde agosto de 1793 hasta octubre de 1811, 54.315 quintales, sin incluir en esta suma la mina de Santa Bárbara"; y, en fin, contemplando serenamente las ·difi– cultades económicas que hacían problemático el establecimiento del oanco de rescate, proponía consagrar a tan importante objeto el cómputo de los bienes secuestrados a los españoles de Paseo; cóm– puto que, según Vizcarra, ascendía a 742.000 ps., sin contar los va– lores de las haciendas de Conocancha, Racracancha, Diezmo, Cuyo y Huasca, ni las doce casas también confiscadas en la población. Con tal suma, y una garantía segura de que, en todo evento, serían inviolables los fondos del banco, y las acciones que, para su bien en él interesaran los mineros, creía el informante que desaparecería la imposibilidad y sería factible una consecución suficiente de fon– dos para instaurarlo.
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