Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

PRIMEROS ACTOS DEL PROTECTORADO 591 XXXVI Ya constituido el proponente en la alta calidad de Director Ge– neral de Minería, consagró sus desvelos a procurar la erección del Banco de Rescate por él preconizado, no con fondos del fisco, que de ellos carecía en lo absoluto por el momento, ni de los mineros, cuyos capitales tenían que correr invertidos en el laboreo, explota– ción y beneficio; sino con dinero de particulares no dedicados a la minería, en la forma de una como compañía, que en el día clasifica– ríamos de anónima, de capital social distribuido en moderadas ac– ciones; distribución que el iniciador claramente no enuncia, aunque bien se entreveía. En persecución de tan interesante objetivo, presentó, pues, un segundo informe el 6 de noviembre. En dicho documento se expla– nan los inconvenientes del laboreo a partido, hecho por los deno– minados busconeros o bolsoneros; y los dd rescate de metales en boliche. Veamos en qué consistía lo primero, y quiénes eran los ¡segundos. XXXVII Consentido el abuso del acaparamiento de minas, o sea la con– centración, en manos de un solo minero, de un número exagerado de pertenencias, que éste era incapaz de explotar y hacer producir simultáneamente, por imposibilidad física de tiempo y de labor, y, más que todo, por falta de capital suficiente para un negocio en i15rande o en conjunto, veíanse los que eran propietarios de mu– chas minas, en la necesidad de conceder a determinados individuos, generalmente jornaleros o peones, suyos o ajenos, la facultad de practicar en aquéllas, estuvieran explotadas o no, trabajos y bus– cas parciales de mjneral, a fin de utilizar la riqueza de los bolsones, esto es, de manchas, vetas o depósitos metálicos aislados, superfi– ciales a veces, a veces recónditos, cuyo producto, por extraerse a partir con el dueño, había hecho bautizar este negocio e industria con el nombre de "laboreo o explotación a partido". Los jornale– ros o particulares que a tal lucro se dedicaban, llamábanse, a su vez, bolsoneros o busconeros; y eran algo así como socios transitorios y copartícipes momentáneos del mismo propietario. Esos industr iales lícitos o a la descubierta, y los busconeros ile– gítimos, o ladrones de metales, que los extraían sin noticia ni par– ticipación del dueño, llevaban el producto de su industria o de sus robos a manos de los rescatadores o bolicheros, es decir, de los

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