Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
PRIMEROS ACTOS DEL PROTECTORADO 599 Con este personal, inauguróse la Alta Cámara el 7 de octubre, esto es, un día antes de instaurarse la sonada Orden del Sol y de efectuarse la jura solemne del Estatuto. La actuación resultó intere– sante en sí misma, más que por los detalles exteriores. Presidié– ronla los ministros del Protector, por hallarse éste momentánea– mente impedido, y realzaron la asistencia del Ilustre Colegio de Abo– gados y la presencia de algunas personas distinguidas de Lima. El Ministro de Gobierno, García del Río, después de expresar el senti– miento con que el Jefe del Estado se veía privado de concurrir, pro– nunció el siguiente discurso, verdaderamente notable y que parece compuesto para fines y necesidades palpitantes ho.y mismo. "De todos cuantos actos :_dijo- ha presenciado el Perú des– de los aciagos tiempos de la conquista hasta nuestros días, ninguno hay más importante, más augusto, después ael de haberse consti· tuído en un Estado independiente, que el de la instalación de este Supremo Tribunal Judiciario, en cuya sola balanza debe pesarse, imparcial y soberanamente en adelante, todo aquello que, poco ha, se decidía del otro lado de los mares. La generación presente ten· -de Santiago-: poco después se regresó a su patria.- Arriz era el mismo orador del 15 de julio, cuyo discurso insertamos en páginas anteriores. Lóp·ez Aldana era colombiano: en el decreto de su nombramiento, se de– cía: "Peruanos: este recomendable ciudadano ha contribuido a vuestra liber· tad del modo más eficaz, y es acreedor al aprecio de todo buen patriota". En otra parte hemos hablado de sus servicios. El Dr. del Valle era español, natural de Málaga; y se apresur ó, no obstante, a reconocer y servir al nuevo régimen. Había sido oidor de la Audiencia. desde 1804, y antes asesor general del virreinato en tiempo de los virreyes Taboada Lemos y O'Higgins; dirigido la refección del camino entre Lima y Miraflores; practicado la remensura de tierras del valle de Carabaillo; y pertenecido a la famosa sociedad "Amantes del País".- Irigoyen, natural de Arequipa, acababa de ser fiscal, en lo crimi– nal, de la Real Audiencia (desde 1815), con honores de oidor de la de Chile (1806). Falleció el mismo año 1821, poco después de su nombramiento.- Pérez de Saravia era argentino, había venido a Lima desde antes de 1810, y padeci– do persecuciones y prisiones por la causa de la independencia, como compli– cado en el proceso que Abascal instauró contra los doctores Tagle y Ancho– ris, oontra el italiano José Boqui y el impresor Guillermo del Río.- En cuanto a Mariátegui, basta decir con Mendiburu: "No hubo pensamiento, plan ni in– teligencia (tratándose de la independencia del Perú) que no estuvieran a su alcance, y en que no le tocara desempeñar alguna comisión, mover resortes y tomar parte en la empeñosa ejecución de cuanto se creía conducente al éxito deseado. Y por eso se le perseguía con afán, viéndosele con frecuencia obligado a ocultarse y a apelar indirectamente a buscadas influencias, para poder rehacerse y proseguir en sus designios. . . Sus servicios fueron muy im– portantes para el general San Martín, a quien ayudó con perseverante eficacia, granjeándose por ellos su estimación y la popularidad de que con razón dis– fruta". Diccionario histórico-biográfico del Perú, tomo V., pág. 199.
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