Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

640 GI;.RMAN LEGUIA Y MARTINEZ fiel al rey. Si alguno de vuestros hijos obedeciere a otro obispo que a nos, o a otros vicarios que a los que nos pusiéremos, u oye– re misa de sacerdote insurgente, o recibiere de él sacramenots, lo declaramos también excomulgado vitando por cismático, y coope– rador del cisma político y religioso, que es toda la obra de los in– surgentes. Mandamos que sea circulado y leído este escrito que, anegado en lágrimas y consumido de las plagas, escribimos ... y lo mandamos refrendar a nuestro secretario" (4). Este energúmeno, que, con excomuniones, pastorales y entre– dichos, creyó posible oponer un dique al movimiento emancipador, vio su palacio en Moyobamba (hoy plaza del mercado) saqueado y destruido por el populacho al ingreso de las huestes patriotas; y hubo luego de huir, al Brasil primero, y a España después, a la noticia, que esperó y recibió en Tabatinga, del triunfo definitivo obtenido por las huestes del memorable Arriola. X El Dr. D. Pedro Gutiérrez Coz, obispo de Huamanga desde 1819, mostróse siempre (aunque peruano, pues había nacido en Piura), declarado adversario de la causa independiente. No había estado nunca en España_sino, al contrario, hecho toda su carrera eclesiás– tica en Lima, en cuya catedral fuera sucesivamente, medio racione– ro (179 3), canónigo doctoral (1803), tesorero (1813), chantre (1814) , provisor y vicario general (1816). Hallába'se en Huamanga, su sede (¡Ayacucho), cuando se inició el movimiento de penetración de Arenales; y, al saberlo, vínose inmediatamente a Huancayo. Sentimientos parecidos, aunque menos exaltados, dominaban al obispo del Cuzco, Dr. Fr. José Calixto Orihuela y Valderrama, natural de Oropesa (Alto Perú), religioso agustino, canonista no– table, gran orador sagrado, excesivamente estimado en Lima, pre– conizado el año anterior obispo in partibus de Calama, y nombra– do, al fallecimiento del patriota obispo Pérez Armendáriz (1820) administrador apostólico de la diócesis del Cusca, cuya mitra lle– gó a obtener en propiedad por bulas expedidas a 28 de junio de 1821. Bloqueada la costa sur, no siéndole posible tomar embarca– ción que se dirigiese a cualquiera de los puertos de Arequipa, hu– bo de emprender v~aje por el interior, esto es, atravesando el ac– tual departamento de Junín. Al presentarse las fuerzas de Arena- les, encontrábase en Tarma todavía. . (4) Este ~ecre~ario era don José María Padilla y Aguila, que había ya gobernado la d1óces1s al ausentarse la primera vez el Obispo.

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