Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

MONARCOMANIA DEL PROTECTOR 19 o preconcebidos planes de estos nuevos tutores del Perú? ¿Quiénes serán los que decidan cuándo y cómo se nos dará la libertad? ¿Quién será el que la medirá, como los mercaderes miden sus varas de gé– neros? - Conocieron los peruanos que San Martín y sus conse– jeros querían que el ejército español subsistiese, porque era con– veniente para que fuese un preservativo contra el influjo de anti– patías locales; y, como esas antipatías no podían ser desarraigadas en meses, y para conseguirlo se necesitaban años, años era necesario que los ejércitos del enemigo existiesen, años que durase la gue– rra, y, con ella, todos los males que son consiguientes. Creyóse entonces que era un plan prorrogar la guerra, y esta creencia se hizo casi general cuando aconteció lo que paso a referir, que fue una confirmación de lo que se temía". Narra Mariátegui, en este punto, los yerros, para él . volunta– rios, calculados yerros de segunda y oculta intención, en que, a la presencia de Canterac y su ejército, incurrió San Martín; y con– tinúa: "¿No encontró San Martín otras razones para apropiarse el mando, que el temor de la guerra, de la licencia y de la anarquía? ¿Y qué razones tenía para temer estos males y recelar de que nos asaltasen si él no era Protector? Ninguna; pues, por el contrario, era de temerse el descontento que debieron producir las arbitra– riedades, los fusilamientos, los destierros sin causa o motivo, sin juicio, sin audiencia, que se meditaban y ejecutaron para atemo– rizar y para que no hubiese oposición. . . ¿Trataba de sofocar to– da idea, todo deseo de establecer una república, y ocurrió a ese medio para que no hubiese contradictores de su proyectada mo- , ?" narqma.... En otro lugar dice: "No fue esta ciudad una moderna Capua para este moderno Aníbal; no lo adormecieron ni el clima, ni el bello sexo, ni los goces de la capitaJ; lo adormecíó el pernicioso e irrealizable proyecto de monarquizar a la América; proyecto que venía de Buenos Aires, que se dejó iniciado en Chile y que se debía realizar en el Perú". Y concluye: "Todo fue estudiado, todo meditado: y nada se omitió para realizar lo que era irrealizable. Frustrados los planes en los tratados de Punchauca, era necesario no cambiarlos sino modificarlos; y por eso asumió el mando y se llamó Protector. La monarquía fue el pensamiento de San Martín, trabajó por ella, y ese pensamiento y esos trabajos lo perdieron" (8). (8) Anot/lr.fones cits., págs. 79, 81 a 89, passiro .

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