Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
26 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ hispano, caprichoso en sus objetivos y pertmaz en sus resoluciones, toda avenencia que significara un desprendimiento de la me.trópoli, sería una ilusión. O'Donoju era un tipo de cobarde y traidora de– bilidad, que entre los peninsulares, unánimente disgustados de su conduct a , no hallaría imitadores. Por lo demás ,. el propio Mitre se encarga de desvirtuar la de– fensa , en frases llenas de convicción y de energía, que son, a su vez, condensación del yeredicto imparcial y decisivo de la historia. "San Martín, dice creía hacer obra buena; obraba de buena fe. Pero se extraviaba como político, que no veía claro, no preveía los obstá~ culos; como guerrero, destemplaba sus propias armas de combate; como libertador, se desautorizaba ante las nuevas naciones eman– cipadas, desconocía el carácter de su revolución y el principio esen– cial que le daba su razón de ser y del que sacaba su fuerza; como diplomático, comprometía la causa de las instituciones que estaba encargado de hacer triunfar en el terreno de la política, así como en el de las armas. Esta claudicación fue un triunfo para los mo– narquistas europeos de la Santa Alianza; podía enajenar las simpa– tías de los Estados Unidos y el apoyo de Inglaterra, que aceptaba el h echo de la emancipación como irresistible; y el aplauso con que la recibió Chat eaubriand ante la Europa monár quica, es una condenación ante la América r epublicana, que m arca un comienzo de decadencia" ( 11). XIX Es éste el momento de tornar los ojos hacia Monteagudo, quien, aparte de las confesiones y alegaciones que ya conocemos , pret en– de hacer, como hace, su propia defensa, hundiendo la imaginación en un indig~sto estudio, exagerado y caprichoso, del estado social en que al emanciparse se hallab a nuestra r epública. Tal tesis con– tiénese asimismo en la "Memoria de los principios políticos que siguió en la administración del Perú"; memoria que, según expusi– mos, publicóse en Quito a 17 de marzo de 1823. Dice así : "Yo pienso que, antes de decidir si las ideas democráticas son, o no, adaptables en el Perú, es preciso examinar la moral del pue– blo, el estado de su civilización, la proporción en que está distri~ huida la masa de su riqueza, y las mutuas relaciones que existen entre las varias clases que f arman aquella sociedad. He reducido a estos cuatro principios cuanto se ha dicl10 por los mejores maes- (11) Op. cit ., tomo III, págs. 107 y 108.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx