Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

532 GERMAN LEGUIA Y MARTlNEZ El 20, a la hora en que Miller partía de Caballero, Canterac se movía de Socos hacia Puruchuco, pueblo hoy del distrito de Hua– mantanga, provincia de Canta, departamento de Lima. "El cua– dro, dice García Camba, que presentaba la división de Canterac, en su regreso a la sierra, era horrible, y no ofrecía más que un omino– so porvenir. Continuó 'de tal modo la deserción, que, en tres jornadas (del 19 al 21, o sea de Pueblo Viejo a Macas., de Macas a Puruchuco y de Puruchuco a Huamantanga), perdieron los espa– ñoles casi la mitad de su infantería y algunos caballos. El solo cuerpo de Dragones del Perú, que mandaba el teniente coronel Gar– cía Camba, tuvo siete oficiales y treinticinco individuos de tropa de– ser tados desde el valle de Carabaillo a Huamantanga. En el arma de caballería, fue el cuerpo que más bajas contó, y era el que más debía experimentarlas en aquellas circunstancias, así por su ma– yor residencia en Lima, como por la mucha gente de la costa de que se componía" (25). La culpa era de Canterac. Al evacuar el Callao, había dado a entender a sus tropas que, una vez salidas del campo cortado Y recortado por los tapiales de los fundos, habría de empeñarse ac– ción, par a reconquistar la capital, en la cual descansarían pronto de las fatigas y penalidades. Así que, "cuando se aseguraron de que marchaban a la cordillera, tan poderoso fue el recuerdo de los atractvios de Lima, que un descontento general se difundió en el ejército; y sólo la activa energía de Valdés, Loriga y otros jefes realistas, pudo evitar una sublevación ~eneral, fusilando a un oficial, a nueve sargentos, cabos y soldados" (26). XIII Miller avanzó tres leguas, vencidas las cuales púsose en Macas, donde su división racionó con los restos del rancho preparado por los realistas. Allí desprendió de vanguardia al coronel O'Brien con la caballería. Otra vez iba en ésta el contuso Vidal, que, haciendo gala de su arrojo, diose a escaramucear contra las columnas retra– sadas, saliendo de nuevo herido (27). Ese dría se recibió en filas a más de cien desertores. Los españoles ascendían de la quebrada de Soco hacia Puruchuco. Miller. a su vez, salió de Macas a las cinco de la tarde. 1). las dos de la mañana llegó a la cuesta también lla- (25) Op. cit., vol. l, pág . 429. (26) Miller, op. cit., vol. I, pág . 326 y 327 . (27) Miller, id. id., pág. 326.

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