Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
534 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ pero a los monton~ros les habían mandado extrañamente a reta– guardia desde Macas (33), y la caballería e infantería estaban de– masiado fatigadas para desempeñar el doble servicio de alarmar al enemigo de noche y hacer grandes jornadas de día. Verdadera– mente, se hallaban tan cansados, que no habría habido un hombre capaz de adelantar una milla más" (34). Se hubo, pues, de diferir toda salida hasta el siguiente día (22 de setiembre). XV Al rayar el alba de éste, se emprendió el ascenso de la cuesta de Puruchuco, empinada, abrumadora, larga de dos leg9.as, desde el pie del monte hasta su cúspide, "de donde se veía la retaguardia realista''. "Tan estrecha y escabrosa --expone el jefe de la expedición– era la senda a zigzag por la cuál subían, que tuvieron los patriotas que marchar a la desfilada, y la columna cogía media legua de te– rreno. Cuando llegaron a un llanito, cerca ya de la cumbre, hizo alto la cabeza; y, a proporción que iban llegando, iban formando; pero estaban tan cansados, que les permitían echarse sin dejar las armas" (35). La cima estaba cerca del llano o meseta referida; pero la fa– tiga de la tropa exigió todavía descansar algún tiempo en dicho punto. Hízose en plena formación, tendidos todos en tierra con el rifle al brazo, bajo los rayos de ese sol andino, que abrasa la piel sin calentarla. Habían trascurrido algunos minutos, cuando se vio, de entre unas rocallas abruptas, ocultas por la maleza, salir unos sol– dados realistas, que, con señales y gritos, manifestaron su deseo de pasarse. El coronel O'Brien, seguido de un trompeta, fue a su encuentro; pero, a poco de avanzar, los supuestos desertores le die– ron la voz de alto. Seguidamente, surgió de entre las peñas un bata– llón enemigo, en disposición de atacar. Vibró la cometa patriota, y la división tenCiida en tierra púsose en pie como un solo hombre, en actitud de aceptar y rechazar ené~gicamente el choque a que se (33) Los montoneros iban a órdenes de Miller, puesto que constituían parte de su división: ¿de quién la falta? Además, según la nota aludida de Navajas, .iban más bien a un flanco, si no a la vanguardia: no a la retaguar– dia como Miller asevera. (34) Pág . 327 . (35) Op. cit., págs. 327 y 328.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx