Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
538 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ XVIII Era, repetimos, el 23 de setiembre. Huamantanga encuéntrase ubicada sobre una elevación de la cordillera occidental; y Miller, para practicar las operaciones pro– yectadas, hubo de descender de los altos de Puruchuco, y tomar al pie posiciones que necesariamente tenían que estar dominadas por el contrario. La ventaja, desae los comienzos de la acción, habría de ser para este último. Los españoles comprometieron en el cho– que la mayor parte de sus fuerzas. Descontada la reserva, que de– jaron en el pueblo, pasaban de dos mil hombres. Tales fuerzas, re– gulares todas, representaban el doble de las independientés. Se acaba de indicar que Miller habíase situado sobre los ba– rrancos y cerros existentes a uno y otro lado del camino de Puru– chuco a Huamantanga; camino que declina del primero de dichos puntos para escalar el segundo. A la izquierda pnisentábase para– petada la infantería. A la derecha ofrecíanse las montoneras des– montadas de Dávalos y Navajas, con la fuerza presente de caballe– ría, desmontada también, y los soldados que habían quedado del batallón Número 7, El ojo certero de Canterac, que, como se ha dicho, habíase pro– puesto desembarazarse de una vez por todas, de la molesta perse– cución de Miller, abarcó en conjunto el escenario y el momento; y, con destreza y perspicacia sólo comparables a las de Valdés, trazó– se en el acto formidable plan, que habría de ser en breve prémiado por la victoria. XIX Dividió su fuerza de ataque en tres fracciones. La primera, que operaría sobre la derecha patriota, a órdenes de Carratalá, comprendía la compañía de cazadores del Imperial, la del primer regimiento del Infante, las compañías de preferencia de este último, mandadas por el teniente coronel don Francisco Narváez; y una mitad del escuadrón Granaderos de la Guardia, con– fiada al bravo teniente don Antonio Juraoo. guro de acabar con los restos de Canterac, era el de seguirlos en su retirada, hostilizándolo con la montonera; pero este atrevido jefe quiso distinguirse más, contando como fácil la completa aniquilación del enemigo que huía, sin traer a cuenta el distinguido mérito, valor y pericia de Canterac".- Paz Sol– ·ctán, Historia, etc., t. I págs. 208 y 209 .
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