Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
562 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ con el virrey, dieron alas a la conmoción interna; y nubes espesas de indios cuyo clamoreo ensordecía las gargant:ls y cuencas de los Andes, descendieron amenazantes hacia Huamanga y sus alre– dedores. El intendente don Gabriel Herboso desocupó la amagada ca– pital de su provincia, con los escasos destacamentos que lo acom– pañaban; y en e1Ja hubieran podido entrar los rebeldes a media– dos de setiembre, y aún poner en planta su peligrosa decisión de seguir adelante en pos del virrey ( 14). Pero He!"boso y los ate– rrados españoles clamaron por un auxilio; y éste había salido de Jauja, apresuradamente, a órdenes de un tal capitán James, que a marchas redoqladas acercábase en los precisos momentos de la retfrada y regreso a la sierra de Canterac. Videla, a la vez que participaba aquellos sucesos a Miller, ordenaba avanzar, en apoyo de la indiada y de las descubiertas anteriores, la otra columna li– gera, más numerosa y escogida, que a órdenes del capitán don Francisco de Paula de La Tapia, ya también ascendido a sargento mayor, dejamos en camino después de distinguirse (enviado a fi– nes de agosto por el propio Miller) en el asalto y Ja toma de Huai– tará (15). IX Incorporábase La Tapia a las partidas avanzadas previamente y a la muchedumbre de los insurrectos, cuando, en dirección opues– ta y a distancia d emasiado próxima, presentábase con su columna el capitán James y posesionábase de la población. aún no ocupada por los morochucos, cuya inmensa masa negreaba, hervía y cla– moreaba sobre las alturas. El 19 de setiembre acercáronse más La Tapia y los indios, e inundaron los déclives suaves y mesetas de la Picota y del Acuchimay, cerros poco eminentes, y antes bien de fé!ldas extendidas, a cuyas plantas (y aun en alv.ma de las men– cionadas mesetas) se yergue la ciudad ( 16). ( 14) Gaceta del Gobierno, núm. 21, del 19 de setiembre. (15) V. pág. 546 de este vol. (16) Paz Soldán, confundiendo hechos y fechas, refiere el encuentro de Acuchimay al 20 de setiembre de 1822, como posterior a la destrucción de la división Tristán; siendo así que él mismo incluye el documento N? 164 de su biblioteca de Mss. (parte de La Tapia) en el año de 1821, y que la destrucción de la división Tristán fue posterior. En error semejante incurre Vargas (t. I, pág. 264). A su vez Torrente, equivoca las fechas apuntadas en el texto (que son las que aparecen del parte mencionado de La Tapia) y da como día del encuentro el 7 de octubre. V. la obra del primero, t. I, pág. 288; y la del se– gundo, t. III, pág. 192 .
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx