Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

52 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ Y que el Protector tuvo en mientes hacer de ~u Orden otra nobleza, parecida a la histórica preexistente en el régimen colonial, dícenlo sus propias palabras: "Yo he contemplado que, aun después de derogar .los derechos hereditarios que traen su origen de la época de nuestra humillación, es justo subrogarle_s otros . .. Con la idea de hacer hereditario el amor a la gloria se establecen prerrogativas trasmisibles a los próximos descendientes de los fundadores ... Hay que dar a los premios justamente merecidos, un carácter de estabi– lidad que hasta aquí no han tenJdo" ... ; frases todas en que, palma– ria o tácitamente palpita el propósito de erección de un verdadero núcleo nobiliario. De paso, antes de entrar en detalles, apuntaremos una observa– ción más: la idea y el interés primitivos, palpables en las frases anteriores, de suprimir la nobleza sanguinis. Quizá si por entonces (octubre), fue éste uno de los aspectos del plan de monarquización,· para extirpar lo que en él hubiese de tradicional y conservador, y, en consecuencia, de odioso a la vista de los liberales sinceros, y del pueblo, encariñado con la desaparición absoluta de las antiguas desigualdades. De ser así, resultaría clara la suposición consistente en que, visto el desprestigio y aun la burla con que se recibió la aparición de una nobleza simplemente burocrática, San Martín y sus cómplices monarquizantes tornaron a conceptuar preferible la reviviscencia de los títulos de Castillai, que, por lo menos, levanta· rían, en torno del proyectado trono, una noOleza consagrada, con la sanción histórica de los recuerdos, y ornada por el brillo, si falso, hasta cierto punto legítimo, de una notoria antigüedad. De ahí que, en diciembre, a los dos meses de la erección de la Orden del Sol, se pensase en la instauración de los títulos del Perú, o sea en la mer a resurección de los títulos de Castilla. XVII El decreto de 8 de octubre distribuía a los miembros de esa Or– den en tres categorías: fundadores, beneméritos y asociados. Fueron fundadores: el Supremo Director de Chile, don Bernar– do O'Higgin s; el Libertador Presiden te de Colofübia, don Simón Bolívar; los tres ministros de Estado (Unanu~, Monteagudo y Gar– cía del Río); los generales Las Heras, Arenales y Luzuriaga (10); (10) Este general Luzu riaga era el mismo Tor ibio de Luzuriaga que, co– mo gobernador de Mendoza, sentenció, con la asesoría de Monteagudo, a los desventurados hermanos Juan José y Lu is Carrera. La p r otección decidida que al dicho gobernador prestaron O'Higgins y San Martín, y la que igual– mente concedieron a Alvarado y a Dupuy, a quienes nos referimos en algunas

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx