Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
PLAN DE MONARQUIZACION 65 siniestros como Alvarado; y se bautizaba de beneméritos a carnice– ros como Dupuy --cómplices todos o instrumentos . diabólicos de Monteagudo- las prevenciones históricas de este ángel negro del Protector dejaban fuera, sin recompensa ni sanción, a héroes como Pringles, hast~ que una y otra viéronse impuestas por la opinión pública (18). En n~nguna de las listas figuraba don Isidro de Cortá– zar y Abarca, conde de San Isidro, el entusiasta, decidido y patriota alcalde de Lima, que había presidido el cabildo abierto del 15 de julio, declaratorio de la independencia; y eran meros asociados -vili plebécula, repetimos- perdidos en la turbamulta de los que, sin mérito alguno, consideró tales el régimen: los marqueses de Buenavista y de Villafuerte; los condes de la Vega del Ren, de To– rre-Velarde, de Casa-Saavedra, de Casa-Muñoz y de San Juan de Lurigancho; el deán Dr. Echagüe; los generales Francisco Salazar, Mariano Portocan-ero, Domingo Tristán, Berindoaga y Orúe; los vo– cales de la Alta Cámara Arriz y Saravia; el fiscal de la msima, doctor Alvarez; Luna Pizarro, Pér.ez de Tudela, Tramarria, Cabero y Salazar, Rodríguez de Mendoza y Mariátegui; los meritísimos pres– bíteros José Antonio Hurtado y Villalta, Antonio Camilo Vergara, Julián Morales, Pedro Salvi, Felipe Cuéllar, Joaquín Paredes, Ma– riano Arce y Manuel Concha; los religiosos Segundo Carrión, José Jorge Bastante, Manuel y Mariano Negron, Eusebio Casaverde, Ber– nabé Tagle, Manuel J áuregui, Francisco Soriano y José Quintana, que, como todos los precedentes, tanto habían realizado y tanto habíanse expuest.o por su adhesión al movimiento emancipador; el prócen, sargento mayor Remigio SHva; y capitanes tan gloriosos co– mo Francisco Vidal, ese que, lanzando su gorra dentro de los pa– rapetos enemigos, al inspirado grito de ''a donde va mi gorra,. allí voy yo!"; embistió, el primero, impávido y audaz, el inexpugnable fuerte de Valdivia. No son para contadas, ni merecerían serlo, las murmuraciones y quejas en que incontinenti rompieron los preteridos o poster– gados en la caprichosa y: desigual clasificación; efecto natural en in– dividuos que creían haber contribuido en forma eficaz a una revo- (18) La lista de fundadores, beneméritos y asociados de la Orden del Sol publicóse en un suplemento al número 45 de la Gaceta del Gobierno, corres· pondiente al 12 de diciembre de 1821; y la inclusión de Pringles, como bene· mérito, así como la del conde de Vista-Florida y otros, en la calidad de asocia· dos, fuéronlo sólo en el número 47 del mismo periódico, diciendo que en ello había sido parte "un olvido natural": ¡olvido natural, el que pretería al vence· dor vencido de Pescadores! Margarita Pringles y Bernardo Monteagudo pudie· ron bien comprender y explicarse la oculta causa de la preterición.
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