Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

66 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ lución heroica y santa, por más que ella se fuese aristocratizando por la necedad de sus regentes; que si, al prestar servicios, peque– ños o grandes, no pensaron en ninguna recompensa, no por eso·, una vez decretada habían de contemplar impacibles el encaramamien– to y la glorifücación de advenedizos indignos o favoritos estériles, ni perdonar la posposición de servidores verdaderamente merito · rios; dado, sobre todo, aquel menguado prurito, insaciable y gene– ral, con que la humana vanidad endiosa los actos propios y deprime los ajenos. XXVIII Desgraciada iniciativa, debida a la sindéresis erótica de Mon– teagudo, agregó leña a la hoguera, afeando, con ridículo, mayor todavía., ese que per natura eadem, ya gravitaba sobre la cacareada Orden. Ocurriósele al Ministro erigir otra Orden de .mujeres, innomi– nada, aunque independiente pues no se la subordinaba ni refería a la Orden del Sol; ni nada de dependencia o relación se decía en el decreto erectorio respecto de ésta. Ese decreto, que más parecía obra de desequilibrados que de hombres serios decía así ( 11 de ene– ro de 1822): "El sexo más sensible naturalmente debe ser el más patriota: el carácter tierno de sus relaciones en la sociedad, ·ligándolo más al país en que nace, predispone doblemente en su favor todas sus inclinaciones. Las que tienen los nombres expresivos de madre, es– posa o hija, no pueden menos de interesarse con ardor en la suerte de los que son su objeto. El bello sexo del Perú, cuyos delicados sentimientos relevan sus atractivos, no podía dejar de distinguirse por su decidido patriotismo, al contemplar que, bajo el régimen de bronce que nos ha precedido, sus caras relaciones en general sólo servían para hacerle sufrir mayor número de sinsabores, de parte de los agentes de un gobierno que a todos hacían desgra– ciados a su turno. Y a que estos días de aflicción universal no vol– verán jamás para nosotros, el gobierno, que desea distinguir el mérito de toda persona cuyo corazón ha suspirado sinceramente por la. patria,, acaba de expedir el decreto que sigue: -El Protector del Perú.- He acordado y decreto: J'! Las patriotas que más se hllyan distinguido por su adhesión a la causa de la independencia del Perú, usarán el distintivo de una banda de seda bicolor, blanca y encarnada, que baje del hombro izquierdo al costado derecho, donde se enlazará con una pequeña borla. de oro, llevando, hacia la

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx