Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
PLAN DE MONARQUIZACION 73 lombia, Simón Bolívar; honorables Juan García del Río; coronel Bernardo Monteagudo, ministro de Estado; Hipólito Unánue, mi– nistro de Hacienda; general de brigada, Tomás Guido, ministro de Guerra y marina; grandes mariscales Juan Gregorio de Las He– ras, Juan Antonio Alvarez de Arenales, Toribio Luzuriaga, mar– qués de Torre-Tagle y conde de Valle-Oselle ; generales de briga– da Rudecindo Alvarado, Mariano Necochea y Enrique Martínez; don Diego Paroissien; el intendente de ejército J1!an Gregor io Le– mus; coroneles marqués de San Miguel, Tomás Heres, Cirilo Co– rrea y Guillermo Miller; teniente vicario del Ejército, Cayetano Requena; coroneles graduados José Santiago Sánchez, Santiago Al– dunate y Román Antonio Dehesa; y capitanes de navío Martín J or– ge Guisse y Roberto Forster; y 6? que la an tigüed ad de benemé– ritos y asociados se regulase por el orden de expedición de diplo– mas, es decir, por sucesión estricta de fechas. El decreto acababa así: "El Gran Consejo de la Orden pro– pondrá al Gobierno todas las reformas y planes que convenga adoptar para p~rfeccionar el establecimiento y darle todo aquel grado de influencia que, por su origen, debe tener en la prosperi– dad del país y en- la exaltación del honor nacional". Esa influencia, destinada a defender, ornar y sustentar una constitución antipó.tica y desprestigiada, era, en las tendencias, mo– narquizante; y, en el momento actual, militar, oligárquica y opre– sora; "Se empleó, dice Fregueiro, para rodear a la clase militar de una aureola prestigiosa, que los hiciera émulos de los pocos nobles existentes en el Perú. Monteagudo, agrega, procuraba or ganizar el país como San Martín lo había hecho con el Ejército". Por felicidad, sucesos posteriores elíminaron esa influencia; y ya se ha dicho que el Congreso Constituyente la anuló, en p r evi– sión de creaciones semejantes, por ley del 9 de marzo de 1825. Murió sin sustituto, no lo tendrá jamás, como reñida con el espí– ritu, sinceramente igualitario, siempre imperante en el Perú, don– de resultó trasplante fracasado de la Legión del Mérito de Chile; país, éste, aristocrático por excelencia, en que esta última institu– ción, hasta nuestros días, ha podido por eso vivfr y prosperar.
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