Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
CAPITULO IV PERUANOS QUE EN PISCO SE PRESENTAN A LA EXPEDICION LIBERTADORA. CUERPOS ENTEROS DE ESTA ULTIMA QUEDAN FORMADOS DE HIJOS DEL PERU. 1 Por dicha para nuestro pueblo, no es la pa!abra ofensiva, no es la voz airada de esos "forasteros", ambiciosos y prevenidos (tan bien recibidos y tan bien tratados aquí siempre, y siempre tan desleales e ingratos para con nuestra República) , las que puedan inspirar alguna fe al severo juicio y criterio sei·eno de la Historia. Voces imparciales, testigos de toda excepción, surgidos de entre las mismas heroicas filas del ejército invasor de 1820, ofrécense a la fría, certera y altísima contemplación de aquella sacerdotisa de la verdad, para desmentir los apasionados conceptos tan inmerecida– mente lanzados contra la patria de los Cahuide y los Túpac-Amaru, los Pumacahua y los Angulo, los Melgar y las B'ellido, los Gómez, los Alcázar, los Olaya, y tantos otros mártires, cuyas frentes como las del Huascarán y el Coropuna, piérdense entre los nublos al– bugíneos y radiantes de la gloria. II Hemos visto que, alejado de la costa el cuerpo de cosacos del coronel Químper, promotor y violento vigilante del éxodo forzoso que, por solemne bando y con amenaza de muerte, impusiérase a los inermes vecindarios de las dos poblaciones pisqueñas (:villa y puerto), pudieron estas últimas verse otra vez ocupadas por sus hijos, a la sombra y al amparo de los estandartes independientes. Y hemos apuntado, asimismo, la elocuente circunstancia de que, en tal ocasión, "los hombres, las mujeres, y aún los negros escla-
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