Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

EL ARMISTICIO DE MIRAFLORES 561 diente blanco del examen de las inquisiciones y de los personeros virreinaticios, convertir más bien a la ciudad de Lima, a sus cuar– teles, tropas y elementos, en objetivo del estudio y de las averigua– ciones que, en el punto, había menester el capitán invasor, tenien– do sus representantes, como tenían, la secreta y eficaz ayuda de los multiplicados patriotas de la capital del Pen.í (2). "Nada me es más grato, dijo, ni mas conforme con los prin· cipios que me han guiado desde que comencé mi vida pública, que el tratar siempre de proporcionar a los pueblos de América, la ma– yor suma de prosperidad con la menor efusión de sangre posible. Después de la batalla de Chacabuco, y cuando mis armas triunfa– ron en Maipo, ha tenido V. E. lugar de observar la consonancia de mis sentimientos, en las repetidas invitaciones que he tenido la honra de dirigirle, para que una transacción pacífica conciliase todos los intereses''. "V. E. no podrá desconocer por quién se ha retardado el sus– pirado día de la paz, mas, ya que se abre e-ampo a una inteligen– cia racional, a pesar de que había tomado mis medidas para con– tinuar mi plan de operaciones con la celeridad y los recursos sufi– cientes para un éxito favorable, he mandado suspender la marcha de mis tropas, luego que recibí la honorable comunicación de 11 del corriente, en que S. E. manifiesta estar dispuesto a concurrir a la felicidad general; y, en consecuencia, mis avanzadas no pasa– rán de Chincha, hasta ver el término de la negociación que va a entablarse. ¡Ojalá concordemos en los medios de poner fin a esta guerra asoladora, que, sin duda alguna, no ha ::iido provocada por los americanos!". "Deseoso, pues, de presentarme a todo lo que conduzca a la con– clusión de ella, siempre que no contradiga los principios que los gobiernos libres de América se han propuesto por regla invariable -convengo, desde luego, en escuchar las proposiciones de V. E. re– lativas a estos objetos, cuya gravedad me ha inducido a anticipar, en prueba del candor que me anima, el envío de mis diputados cerca de la persona de V. E., a quien representarán lo más pronto posible. Ellos deben salir en un buque parlamentario plenamente (2) Y aun de sus ayudantes y auxiliares de los emisarios de Pezuela. Dí– cele García del Río, en carta a O'Higgins de 12 de octubre, datada en Pisco: -"Tanto en el camino como durante nuestra estada en Miraflores, puedo ase– gurar a Ud. que no perdimos el tiempo; y aunque nos pusieron una gran guar– dia y multitud de centinelas, esta precaución no impidió, sin embargo, que ad– quiriésemos cuantas nociones podían interesarnos, y aún más allá de lo que nunca nos habíamos prometido".-Apud. Bulnes, op. cit., I, pág. 260, passim.

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