Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

594 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ armisticio ajustado el 26 de setiembre, San Martín apresuróse a notificar a los jefes realistas avanzados, la reapertura de las hosti- VI.-"Excmo. Sr.:- Desde que tuvieron principio estas comunicaciones, ha podido advertir V.E. que, si mis deseos por dar la paz a los pueblos de Amé– rica, agitados por el espacio de diez años con sangrientas convulsiones, eran preferentes a los mejores resultados .de una campaña, ellos buscaban también, para su cumplimiento, un medio que, sin chocar con los deberes de mi púbh– co ministerio, consultase también el honor de los empeños a que me hallo liga– do. Yo he obtenido, en el presente caso, una voluntad superior que observar; y V.E. no ha debido extrañar tampoco que la primera propuesta a sus diputa– dos fuese la jura de la constitución política de la monarquía española; por– que, además de que ella, por sí sola, ofrecía los más amplios recursos para restablecer, bajo un perfecto sistema de igualdad, los lazos fraternales entre países que han nacido para vivir unidos, fue solamente anunciada a V.E. en mi primer oficio de 11 del mes próximo pasado.- Desechado este primer arbitrio de conciliación, y ofreciéndose, a nombre de V.E., uno para cuya adop– ción no me hallo autorizado, descendió a otro que, al menos, pusiese algún paréntesis en el curso de las desgracias lastimosas que trataba de evitar perentoriamente. Una suspensión de hostilidades, bajo el prospecto en que yo la presenté a los diputados de V.E. (mientras se transaban estas diferencias con la autoridad de que emana la mía), parece que conciliaba todos los ex– tremos; y, sin sujetar ni una ni otra causa, prematuramente, al carro de la victoria, debía ser una muestra inequívoca de la sinceridad de las intencio– nes pacíficas que recíprocamente nos animaban.- He ofrecido desarmar mi ejército, si V.E. hacía lo mismo con el suyo; me he allanado a franquear un comercio interior que restablezca las relaciones útiles entre los países ame– ricanos; la autoridad de los independientes quedaba depositada en las mismas manos; los gastos de la expedición con que V.E. ha invadido estas costas, debían ser indemnizados; en una palabra quedaban en todo su ser las prerro– gativas políticas por que se ha trabajado tántos años; y lo único que se atra– saba era la continuación de los males que lloran nuestros semejantes. No ha sido posible abrir un partido más racional; y, si llega a publicarse esta co– rrespondencia tal como ella ha sido, me someto al voto del mundo imparcial, para que él decida a quién tendrá que reprochar la humanidad sus ulterio– res desventuras.- Tengo a mi cargo la suerte de muchos pueblos, dignos d~ mi mayor cuidado; el honor nacional; y la responsabilidad de mi posición pública. Cuando invité a V.E., por la primera vez, a una negociación pacífica, le insinué francamente que lo hacía después de haberme preparado política y militarmente, y de contar con recursos para resistir con éxito las armas de V.E.; y, una vez que, con harto sentimiento mío, no hay otro recurso que éste para que yo salve intereses tan preciosos, me quedará, al menos, la sa– tisfacción de no haber ocurrido a él, hasta dejar agotados los de la razón y la justicia; y la de haberlo ejercitado con todas las consideraciones a que me llaman imperiosamente mi carácter humano y la cultura del siglo.- Con lo que dejo contestado el oficio de V.E. de S del presente.- Dios, etc.- Lima, 7 de octubre de 1820.- Joaquín de la Pezuela.- Excm o. Sr . don José de San Martín". VII.-"Lima, 7 de octubre de 1820.- Sr. don José de San Martín.- Muy Sr. mío y de mi aprecio:- En contestación a la favorecida de Ud. de 5 del corriente, repito en ésta lo que le digo en oficio. Muy sensible es que, habién-

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx