Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

NEGOCIACIONES DE PAZ 597 de la campaña, en pos de los ideales que en aquellos pueblos había veniao a perseguir y a realizar el Ejército Libertador (16). Simultáneamente, y sin pérdida de instante, había consagrado sus conatos presentes a la realización de la operación importantí– sima acariciada en mientes desde el mes anterior, como primor– dial y previa entre cuantas pudieran efectuarse en la nueva etapa que ese ejército iba a abrir hacia el interior del Perú y al norte de Lima. Esa operación fue el lanzamiento sobre las cumbres andinas, de la división volante de Arenales, predestinada a la victoria. medio de una paz estable; o, a lo menos, por el de una suspensión prolon– gada de hostilidades, que diese tiempo a reparar en gran parte aquellos mismos males . Así es que experimenté el más sensible desengaño, cuando, en la mañana del 4, se me presentaron los diputados en el cuartel general, y me instruyeron que habían sido inútiles todos los esfuerzos para obtener una conciliación sobre la base que yo había fijado; con cuyo motivo pasé a S.E. el oficio núm. 14, comunicándole cuán penoso me era verme en la triste necesidad de librar al éxito de las armas el destino y la independencia de estos pueblos, ya que no habían podido conciliarse con las últimas prcr puestas de sus diputados. Igualmente dirigí a los jefes de las tropas avan– zadas del ejército real, los oficios 15 y 16, en conformidad con el art. 3<? del mencionado armisticio.- Tan vivos eran mis deseos de adquirir nociones exactas del estado en que había quedado la negociación que, entregado a este objeto desde la llegada de mis diputados, no había abierto un paquete de impresos que les entregó el Excmo. Sr. virrey; mas luego que hube reci– bido todos los informes que demandaba un asunto de tamaño interés, y recorrido los impresos, encontré entre ellos el oficio núm. 17 del Excmo . Sr. virrey (el de 1<? de octubre), que me apresuré a contestar con el 18 .- Al día siguiente de su llegada, me pasaron mis diputados el oficio núm. 19, con los documentos justificativos de la marcha y resultado de su comisión; y, por la copia que de todo tengo la honra de incluir a US, se instruirá S. E. de los esfuerzos que se han hecho por nuestra parte para facilitar una transacción decorosa, conforme a las instrucciones con que me hallo, de ese gobierno.– Como nuestra causa y nuestra política no temen las miradas de la razón, sino que antes las provocan, por la diferencia que se halla entre aquéllas y las de nuestros enemigos; y anhelando el manifestar, a estos pueblos y a todo el orbe, lo que se ba hecho, para que decida la opinión imparcial si se ha excusado algo por mi parte para evitar la efusión de sangre; he resuelto publi– car un manifiesto, de que acompaño a US. copia con núm. 20.- Esta expcr sición se circulará inmediatamente, reser ándome el agregar a ella los docu– mentos justificativos, luego que lo permita nuestra imprenta; sin que esto obste para que US. lo verifique en ésa, si S. E. lo cree conveniente .- Dios, etc.- Cuartel general en Pisco, a 13 de octubre de 1820.- José de San Martín. - Señor ministro de Estado en el departamento de gobierno, etc.- (de Chile). (16) Manifiesto y proclama están insertos en el subsiguiente capítulo. Veánse.

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