Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

598 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ IX Tales fueron el origen, el desenvolvimiento y los resultados de las famosas conferencias de Miraflores, condenadas de antemano en el ánimo mismo de sus conceptores e instrumentos, a fracaso tan completo como ruidoso, gracias a su doble finalidad contradicto– ria, por eso absurda en sí; a su recóndita hipocresía pacifista; a su inasequible paternidad aparente; y a su inutilidad íntima y real. Tanteo mufuo, emprendido tan sólo para sondar las ideas, el estado y los propósitos del adversario, los personajes que de uno y otro lado intervinieron en ellas, creyeron y procuraron engañarse recí– procamente, sin conseguirlo, como era de esperar. Tal el concepto que, en resumen, expuso San Martín al gobier– no de Chile, en la intimidad del correligionarismo, y en la reserva de las relaciones oficiales: "El verdadero objeto, dijo, que tuve en acceder a la invitación del virrey, y en enviar mis diputados cer– ca de él, fue adquirir noticias exactas del estado de Lima, situación del ej ército, etc.; y conocer los límites a que estaba dispuesto a ex– tender sus propuestas el gobierno de Lima, en la~ actuales circuns– tancias"; agregando que "el espíritu de las instrucciones impar– tidas a sus personeros, estaba calculado para frustrar decorosa– mente toda negociación que no proporcionase grandes ventajas y seguridades para el porvenir" ( 17); exactamente, lo que Pezuela había advertido e impuesto, a su vez, a Villar de Fuente y Capaz. X Así que las aludidas negociaciones, -aparte la averiguación de los detalles bélicos que el general invasor propúsose alcanzar, y que obtuvo de la diligencia de sus emisarios (merced a la buena vo– luntad de los oficiales y soldados que los rodeaban, casi todos pa- (17) "Esta es la tendencia, añade el prócer, que tienen los artículos 4<? y S'-', como no podrá ocultarse a la penetración de US.", y concluye: "Estoy sa– tisfecho de haber llenado mis objetos, y logrado aún más de lo que me pro– metía, por los esfuerzos y el celo de mis diputados, cuyos servicios han co– rrespondido a mis esperanzas".- Nota cit., expedida, en el cuartel general de Pisco, el 19 de octubre de 1820, y rotulada al ministro de gobierno de Chile (ministro a la vez de Estado o de lo Exterior).

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