Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

NEGO,CIACIONES DE PAZ 599 triotas decididos, aunque encubiertos)- no proporcionaron, en definitiva, más que las siguientes ventajas: el reconocimien to, de hecho y ae derecho, efectivo, paladino, irrevocable, ae las belige– rancia, hasta entonces disputada, de los libertadores ; la ratifica– ción de su personalidad bélica y de su igualdad política con la me– trópoli, por quienes, antes de aquella fecha, atribuíanse digniaad soberana exclusiva, regateada a sus contendores, privados, según los realistas, de toda prerrogativa para discutir de potencia a po– tencia y negociar; la consagración, en actos públicos y solemnes, de la consideración respetuosa que a los realistas merecían al fin sus adversarios independientes (18); y, por último, la proclamación del principio de humanización de las hostilidades; hostilidades que, hasta ese momento, habían revestido en América caracteres caprichosos, brutales, sanguinarios y crueles. Así, mientras San Martín declaraba que "no excusaría medio para disminuir las desgracias de la guerra" ( 1 19), Pezuela estampa– ba, en respuesta, estas hermosas palabras: "Pues que no hay otro arbitrio que las armas, yo aseguro a Ud. que haré la guerra con todos los lenitivos que demanda la humaniad, porque así lo quiere mi carácter" (20) . En este sentido, las conferencias de Miraflores, aproximando a los presuntos combatientes, dulcificando sus prevenciones y apla– cando sus resentimientos, fueron un bien para la cultura pública, para la civilización, para el derecho y para la moral. (18) ''Espero agradará a Ud. nuestra comportación en Miraflores, como que, h~sta ahora, tenem?s el noble or.gullo de que ningún insurgente haya prof:ndo verdades semejantes por escnto, y aun más de palab ra, ante un jefe espanol y sus ministros'' .- García del Río, carta cit. (19) Carta del 5 de octubre (en Chincha ), ya inserta más atrá . (20) Carta del 7, id. id. id .

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