Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

606 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ ber participado de sus fatigas y sus ardientes votos por la inde– pende-ncia del Nuevo Mundo". III El instrumento anterior, no sólo era indispensable de expedir para desvirtuar las falsedades que el periódico oficial de Pezuela había, desde el 7 de octubre, estampado, en documento de la mis– ma índole, acerca de los arreglos fracasados, y los vituperios que, en el mismo, acababan de deslizarse contra el general y los solda– dos independientes; sino para desmentir la especie, mañosamente propalada, de haber el funcionario español ofrecido, en aras de la paz y del sosiego americanos, desarmar las tropas que de él depen– dían, siempre que el capitán irruptor procediese de modo idéntico. El objeto de San Martín se cumplió de modo 2.mplio y eficaz; y no hay que decir cuán gratos, a los ojos de los peruanos fueron el tono de moderación, la lógica inconmovible, el relato sencillo, exacto y claro y las promesas de redención y de respeto a la volun– tad del pueblo peruano empleados o formulados en el "Manifiesto". IV Había, en efecto, el virrey, mucho antes que el libertador de Chile, ordenado la redacción del documento similar que le corres– pondía, y dispuesto que esa labor desempeñárase por el secretario de la misión negociadora, que: como sabemos, ha.bía sido Unanue. Ocupábase éste en llenar su cometido, cuando, con gran sórpre– sa suya, vio, en la "Gaceta del gobierno de Lima" del citado 7 de octubre, publicada una exposición de los hechos que él mismo de– biera tratar; exposición concebida en términos insultantes para los patriotas, y a cuyo pie, sin noticia ni anuencia suyas, aparecía su nombre, como si en el original (que él había desconocido en lo ab– soluto) hubiese estampado su firma. La suplantación de que así liacíasele objeto concurría nada menos que a constituirle en corres– ponsable de dicterios tan sangrientos, tan gratuitos y tan avanza– dos, como aquél que incitaba al pueblo de Lima al odio, a la ven– ganza y el castigo de los invasores, afirmando que "los templos, las