Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
196 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ mente dirigidas a estimular y proteger la defección, ya acordada, del batallón Numancia; suceso notabilísimo para las armas inde– pendientes, a cuyo relato nos contraeremos pormenorizadamente en otro lugar. Por el momento, diremos tan sólo que el jefe de la conspiración patriótica tramada en el seno de aquel cuerpo realis– ta, capitán de la compañía de granaderos del mismo, Tomás He– res, había - por conducto de sus frecuentes desertores - indica– do al general en jefe patriota la conveniencia de destacar cualesquie– ra fuerzas apreciables sobre el frente de la división hispana de van– guardia, a fin de que apoyasen la defección enunciada, decidida e inminente ya; porque, para consumarla, no faltaba más que espiar y aprovechar la oportunidad conveniente. Brindar, si era posible, esª oportunidad; adelantarla, favore– cerla: tal fue, pues, la misión inmediata que debían llenar Alvara– do y su fuerza; y tales la causa y la explicación de esa repetición sistemática de movimientos, sin objetivo ni finalidad al parecer, con que t anto intrigáronse los jefes españoles Valdés , Camba y Del– gado (jefe, este último , del batallón por defecc10narse), durante los nueve largos días (21) gastados en avances, retrocesos, apari– ciones, desapariciones , escaramuzas y maniobras, que al cabo (así lo creían los españoles) resultaban siempre vacuos y superfluos. Ello es que, en la tarde del 25, según se dijo, Alvarado se ha– bía acercado al adversario, adelántandose por primera vez, desde Huacho y Huaura hasta las proximidades de Chancaillo (22); hacien– da en la cual Valdés habíase detenido y acampado, de regreso de Sayán, en obed.iencia a las contraórdenes expedidas por el virrey. Tarde, aquella, desgraciada pero gloriosa, como pasamos a ver. VIII Eran las cuatro, más o menos, cuando los puestos realistas avanzados de la costa capturaron a un indígena que, con pequeño surtido de comercio, y por el camino de la playa o de los Incas, procedía de los alrededores de Huacho. Por él se supo que la caballería patriota de Alvarado, fuerte de quinientos a seiscientos hombres, no estaba muy lejos de la hacienda en que acampaba Valdés; y que una descubierta o parti– da de exploración, compuesta de veinticinco jinetes a lo más (y (21) 25 de noviembre a 3 de diciembre de 1820. (22) Algunos, disparatadamente, dicen Chanquillo.
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