Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
ALVARAD') EN SAYAN 197 de un guía) quedaba en esos momentos descansando en la no le– jana caleta de Pescadores. Era esta, entonces, u.o.a aldehuela de indios, ocupados en la industria a que el paraje debe su nombre; emplazada junto a una lE-ngua de tierra o minúscula punta que se interna en el mar. Entre ella y Huacho, que está al N, ábrense, las pampas de Playa Chica, P~aya Grande y las Salinas; así como entre Pescadores y la hac1f:'n– da de Chancaillo, que está al sur, demoran otras pampas y la la– mería de Lachay; lamería que de mayo a setiembre replétase de pastos, plantas y flores silvestres, y en consecuencia corónase com– pletamente de verdura convirtiéndose en la más bella de las "lo– mas" de pasturaje de la costa, pero que, desvestida de esa esme– raldina clámide en octubre siguiente, encontrábase a la sazón re– seca, yerma, sin frescura, refugio ni sombra. Tal lamería está cru– zada en toda su extensión de quebradas, que, almacenando las aguas pluviales de la serranía son las que le comunican su esplen– didez posterior, pero secas también en los momentos en que nuec;– tro relato nos lleva a las cercanías de la caleta de Pescadores. Se– mejantes quebradas, abiertas y profundas pueden, en su período sediento, ser, pues, utilizadas como amplias sendas inferiores, fá– cilmente practicables y sobre todo, invisibles. Por su situación intermedia entre Huacho y Lima, con las sa– linas, playas y pampas enunciadas al septentrión, y por su ubicación en el sendero incaico de la orilla - la caleta de Pescadores (hoy desaparecida, como el sendero en cuestión), era un punto de pa– rada para los viajeros; y aún disponía de un pequeño tambo o po– sada, en que no faltaban forrajes y provisiones (23). Parece que, en la fecha y hora indicadas, sedientos y fatigado s del camino yermo y medanoso que a pleno sol acababan de reco– rrer, el teniente luisiano Juan Pascual Pringles (24) - que tal era el comandante de la descubierta ex~loradora - y sus veinticinco granaderos de a caballo de los Andes (25) habíanse detenido a re– frescar en el aludido tambo, antes de proseguir su reconocimien– to. (23) Hasta algunos lustros antes de la construcción del actual F .C. a Huacho, Pescadores constituía una grata ilusión para los caminantes, como que era famoso por los p icantes que allí ofrecían.se a los mismos, a la moda de Huacho. En el día, como se dice en el texto, han desaparecido . (24) Luisiano, por ser natural de San Luis, provincia de Cuyo o de Mendo– za, en la República Argentina. (25) Veinte egún Miller, y treinta pa ra Mansill a, García Camba y To– rrente dicen que fueron veinticinco.
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