Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
NUEVAS FALSAS MANIOBRAS DE ALVARADO: SU OBJETO 213 IX Veremos, en secc10n especial, las consecuencias que produje– ron Y las proyecciones que alcanzaron las redes y los ardides sub– terráneos que, por todas partes y con distmtos objetos, tendiera y ejercitara el astuto Libertador, enfundado en su clámide de apa– rente quietismo, desesperante para sus conmilitones. Con su sola presencia, con la sugestión y la esperanza que _ejer– cieron e inspiraron su beligerancia y su prestigio (ya formidables, como repetidas veces triunfadores), introdujo el temor, la con– fusión, la irresolución y la desconfianza entre los realistas; puso a Lima en plenísima y ya osada fermentación, al extremo de que vecindario y cabildo alcanzáranse a manifestar al virrey, oficial y exigentemente, la necesidad de transacciones honrosas; y hasta en puntos remotos - completamente extraños al parecer, a la influen– cia catalítica disolvente del general argentino - forjáronse cons– piraciones y produjéronse estallidos que, por supuesto, encontraron su fuente y su incentivo en las seguridades de éxito feliz fincadas en su espada vencedora. Tales fueron la conspiración de Umahuaca contra Olañeta, la de Nordenflicht en Oruro y la de Lavín en Arequipa, todas tres destinadas a reventar, con rara uniformidad, en fecha iguªl ( 13 de diciembre); y los pronunciamientos, casi simultáneos, de Lamba– yeque, Trujillo, Piura, Cajamarca, Tumbes, Jaén, etc. (a fines del mes indicado y principios de enero siguiente); sucesos, los últi– mos, que, además de inmunizar la retaguardia del ejército expedi– cionario, segura ya desde Huaura hasta Guayaquil inclusive, en· tregaron a lá causa emancipadora todo el norte del Perú y pusieron a su disposición gran cúmulo de hombres y elementos. Por fin, una vez constituído el cuartel general en Huaura, de– satóse desde Lima, en pos del mismo, una serie continuada de de– serciones, de facciones y presentaciones voluntarias, que desmem– braban, aquéllas, en su núcleo y su más visible personal, las filas de los dominadores; y engrosaban, éstas, con refuerzos apreciables en número o en calidad, el efectivo, cada vez mayor y más sanea– do o escogido, de las unidades independientes. Las conspiraciones enunciadas fueron ya, como sus congéneres, objeto de la época primera de esta Historia, en la cual se involu– craron por razones de método y de claridad. Tócanos, pues, estu– diar ahora, únicamente todo lo concerniente a la cooperación de los patriotas de Lima, primero, y al pronunciamiento del Perú sep– tentrional después, materias, ambas, a que se contraen las partes que vienen a continuación.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx