Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

INFORMACION Y PROPAGANDA 229 más recónditos .propósitos, los movimientos estratégicos más le– janos, los preparativos más cuidadosamente escondidos; y hasta las intenciones más íntimas y conversaciones más ocultas del pa– lacio de los virreyes y de sus dependencias militares y civiles. Ello es que las calles de Lima amanecían literalmente "rega– das de papeles" contrarios al régimen (33), y que estos papeles, como un reguero de pólvora, corrían, encendiendo la opinión, a lo largo de la costa del virreinato, muy especialmente de la costa nor– te, conmoviendo las dos importantes intendencias de Huailas y Trujillo. Los factores primordiales de esa propaganda, extensa, cuo– tidiana y vivaz, consta que eran el citado D. Agustín Menéndez (preso en las carceletas por ese motivo); el alumno del convictorio de San Carlos, joven iqueño don Juan Bautista Bolívar; el noble moreno Juan de la Cruz Portocarrero, conductor de la huerta de Matamandinga; Inocente Zárate, mayordomo de la hacienda de Melgarejo (de propiedad de Riva Agüero) y otros (34). En la costa del norte habían sido inapreciables los esfuerzos (suspensos por su fuga) de Juan Franco y de Andrés Reyes, a quienes sustituyó con creces el propietario de Huaíto, Orúe y Mirones, primer pa– triota entre los primeros de aquel litoral; y, tratándose de las pro– vincias del interior, fué infatigable la acción del hacendado de la Nievería, D. José Mansueto Mansilla, que por aquella parte expedía comisionados ad hoc, encargados de la propaganda en toda la zona andina, desde la quebrada de Huarochirí y la sierra de Yauyos, has– ta las más apartadas serranías de Junín, Huánuco, Huancavelica, etc. X Distinguiéronse, en esa arriesgada y proficua labor de investi– gación, zapa y publicidad, las mujeres de Lima, cuyo sexo no in– fluyó, por cierto, en que se suspendieran o aminoraran las crueles y temerarias explosiones de rigor, castigo y venganza de las auto– ridades realistas. Por el mes de junio de 1819 fueron apresadas las recalcitrantes patriotas doña Mercedes Nogareda y doña Manuela Estado (35), y aun hubo ocasión en que púsose en arresto a doce o catorce mujeres juntas, sospechadas o convencidas de conspirar (33) V. Vicuña Mackenna, op. cit. (34) V. las páginas 263, 264 y 265 del Album de Ayacucho; y las págs., 29 y siguientes de las Anotaciones de Mariátegui, donde corren muchos, sueltos y desordenados, pero valiosos detalles acerca de estos hechos. (35) Mendibt.rru, Dice., t. VI. pág. 325.

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