Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

INFORMACION Y PROPAGANDA 233 Pezuela en disolver el regimiento culpable, enrolándolo, por grupos, en los otros de su especie, después de quintar a sus soldados, para lo cual se anunció y se practicó, en efecto, una revista terrífica– mente aparatosa, en que la tal quinta no se llegó a hacer (42), gra– cias al cambio de las cosas, las posibilidades y los tiempos (43). No importa el determinar, ni siquiera el conocer, si el audaz golpe inferido a la autoridad y el prestigio regios en el cuartel del antiguo Colegio Real, fué obra de los mismos defensores del rey o de los patriotas extraños a sus filas. De todos modos, la rebeldía reinaba en estas últimas; y fuese por culpabilidad directa, en el primer caso, o por mera, aunque gravísima complicidad en el se– gundo - ello es que la operación en sí constituía resultado evi– dentísimo de la propaganda de los patriotas limeños, y de la se– ducción indominable por ellos ejercida sobre el ejército realista; seducción cuyos alcances, desastrosos para el régimen, será mate– ria esencial de los siguientes capítulos. (42) Por fin de fines , extrájose simplemente a doscientos hombres, que, con sus respectivos oficiales, pasaron en la calidad de guarnición, al castillo o fortaleza chalaca de San Rafael. Autor y op. cit. (43) Un año antes, cuando se colgó de la horca a los mártires Gómez, Alcázar y Espejo, esa quinta hubiera sido infalible; pero, en 1820, Pezuela sabía ya, por sus espías, agentes y corresponsales en Chile, que no debería tardar mucho la irrupción sanmartiniana; y, en consecuencia, no se atrevió a ejercitar los rigores de otras épocas, so pena de pasar por el talión.

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