Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

238 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ Francisco Javier Mariátegui (10), Dr. D. Manuel Escolano Concha (11), Dr. D. Agustín Menéndez Valdés (12), Manuel Falcón (13), Pablo Bocanegra (14), José Flores (15), Guillermo Geraldino (16), gui, opúsc. cit., pág . 18 . "El entusiasmo de este señor rayaba en la temeri– dad", pues ''su casa era el depósito o almacén donde se acopiaban el arma– mento, las monturas y el equipo para habiEtar a los que emigraban y deser– taban de las filas del rey". -Album de Herrera, pág . 262. (10) "Activo como pocos: ya emprendía en la habilitación de los emigra– dos, ya en la deserción de las tropas realistas, ya en llenar '1a corresponden– cia con el general San Martín .-Herrera, loe. cit. (11) "Se prestaba a fomentar la emigración y deserción de los soldados del rey, y esconder a los prisioneros (fugados) de casasmatas", muy en es– pecial a los numantinos . Id. id . id . (12) "Tuvo escondidos en su casa algunos prisioneros de casasmatas, de los que fugaban a esfuerzos de los patriotas" .- Id. id ., pág . 263. (13) "Ayudaba a la deserción y emigración de los que pasaban al Ej ér_ cito Libertador" .- Id. pág . 263 . (14) "En contacto con todos los patriotas, socorría en sus necesidades a los perseguidos, y habilitaba de su p eculio a muchos de los que emigraban''.– Id., pág . 264. (15) "Habiendo el general Osorio enviado de Chile a 42 individuos para que fuesen sepultados en las mazmorras del Callao y purgasen allí ~us .ideas liberales, algunos de ellos pudieron evadir se, y, reunidos a otros de la misma nación que se hallaban emigrados, encontraron en el domicilio de este hom– bre generoso, no sólo la garantía de su existencia en un secreto inviolable, sino la acogida más noble y entusiasta. El les proporcionó los auxilios que deman– daba la penosa situación a que los había reducido su patriotismo, y procuró disipar, con su amabilidad y benevolencia, las huellas de dolor y amargura que había dej ado impresas en sus corazones la severidad de los régulos domL nadores. Fueron de éste número, a más de veintitantas personas, D. Joaquín Larraín, D. José Silva y Lazo, D. Vicente Urbistondo, D. José Silva y N., y D. José Manuel Alvarez. Su fortuna, su franqueza sin límites y su liberalidad le conducian a prodigar a sus hermanos en política toda clase de subsidios, ya en dinero, ya en otros elementos, que los dejaran en aptitud de desempeñar con celo la gloriosa misión que se habían impuesto. Estos hechos,. . . dieron principio a la serie de persecuciones con que el ojo inquisitorial de los esbi. rros del despotismo atormentaba sin descanso a cuantos suponía adictos al nuevo sistema; y, obligado, con tal motivo a abandonar su mansión e inte_ reses, tuvo que vagar prófugo de asilo en asilo, sufriendo, resignado, todo lL naje de privaciones y desdichas. Sin embargo, nada era rémora a retraerlo de su propósito, ni a domeñar su ánimo inalterable; pues, oculto como se ha– llaba, y rodeado de sobresaltos y peligros, convocó a varios capitanes del batallón Numancia para dar cabo a una empresa harto temeraria, cual era la de apoderarse de la persona del virrey en la casa de Comedias, el día de la celebración del natalicio de Fernando VII".- Album, cit., pág. 259. (16) El botjcario del hospital de} Espíritu Santo, de que ya hemos ha– blado en otra parte: ''Proporcionaba la fuga de algunos prisioneros de Casas– matas y los tenía escondidos en su casa, hasta proporcionarles la salida de esta capital'' .-Id. id ., pág. 263 .

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