Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

248 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ ga y Manuel Escolano Concha; el abogado López Aldana, el pana– dero José Flores, el mercader guayaquileño Coello, el olvidado Dr. D. Manuel Antonio Colmenares (10), el insigne patriota don José Mansueto Mansilla (que facilitó el dinero necesario y suficiente para gratificar a los presuntos defectores) y otros - secundados todos, eficacísimamente por mujeres tan denodadas como las her– mosas Guisla, Gertrudis Coello, Carmen Noriega, Rosa Campusa– no, Francisca Quiroga (hermana del coronel de este apellido), y la meritísima mestiza Carmen Guzmán ( 11) - iniciaron inmediata– mente y continuaron tenaz labor de seducción sobre el Numancia, por cuantos medios y ardides puede sugerir el patriotismo, ilumi– nado por la previsión, el carácter y la inteligencia. VI El primero de los oficiales .:onquistados para la causa de la Patria, fué Nicolas Lucena; y, como sucede con frecuencia, fuélo por el amor. Había el apuesto venezolano prendádose locamente de una limeña joven y hermosísima, sobrina, según se cree, de la No– riega; mujer tan patriota como ésta ultima, y tan decidida y arro– jada como ella. Solicitada con tesón por el mancebo, concedióle al cabo una entrevista, en que manifestóle no tener inconveniente para corresponder la pasión que había llegado a inspirarle; pero, añadiendo que, no siéndole lícito ni honroso amar a "un godo", era preciso de todo punto que el solicitante "hiciera algo por la patria", para concederle, en recompensa, la mano a cuya posesión (10) Tan olvidado, que apenas si estamos seguros de que fuese este Dr. D. Manuel Antonio, u otro de los letrados de su propio apellido (D. José y D. Felipe), quien tan directa y eficazmente actuara en la defección recorda– da, según indicación expresa que a este respecto se contiene en el interesante artículo intitulado "Numancia el bravo", inserto en El Correo Peruano de Lima, año III, número 800, del sábado 31 de julio de 1827; periódico que ei curioso lector puede ver en la Biblioteca Nacional, donde existe aún, si bien inicuamente mutilado, como ya dijimos otra vez.- Con todo nos hemos in. clinado a creer que fué D. Manuel Antonio el patriota a que alude El Correo Peruano, (al poner sólo e.l apellido Colmenares) y no ninguno de sus homó. mmos: 1? por la manera como le trataron y distinguieron nuestros primeros gobernantes: 2? por los términos aunque genéricos e indeterminados, en que se hizo el reconocimiento de sus servicios; y 3? por la recompensa que indu.. dablemente se le discernió al nombrarle vocal de la Corte Superior de Lima, cuyo presidente accidental fue de 1849 a 1851. (11) La Campusano y la Quiroga están, especial .y determinadamente, mencionadas en el artículo de El Corr.eo Peruano a que · se oontrae la nota anterior.

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