Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

270 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ <lamente la opinión de los "carolinos" (reñida, en esto como en otras muchas cosas), y aceptada como única factible la idea de la mera defección, comenzóse a pensar y preparar esta última, así en el seno del Numancia como en el campo independiente. X Debemos recordar aquí, para mayor método y claridad, los hechos y circunstancias siguientes: l?. que, suspenso el viaje de Alvarado a Tarma con una división de quinientos hombres, salida con tal objeto por la vía de Sayán, el jefe mencionado, puesto al frente de toda la caballería patriota, maniobraba a la sazón sobre Chancay; 2? que, desaprobada por el virrey y suspendida también por su orden, la audaz marcha de Valdés sobre Sayán (en pos de Alvarado), la división de vanguardia española había sido debilita– da por Pezuela (a fin de maniatar el ánimo atrevido e impruden– te de su subalterno); 3? que ese d-:.>bilitamiento debíase al retiro de los batallones Arequipa e Infante don Carlos traídos a Asnapu– quio; retiro que para Valdés significaba un desmedro de mil y tantos hombres; y 4? que, separados del frente el Infante y el Are– quipa, apenas si quedaban, en la línea avanzada realista de Chan~ cay, los dos escuadrones de caballería Dragones del Perú y Drago– nes de la Unión, dos piezas de artillería, y un sólo y único cuerpo de infantería: el Numancia, protagonista de este capítulo de nues– tra Historia. embargo, como siempre lo creímos la base de nuestro gobierno, no perdía. mos de vista nuestros deseos; y la casualidad de que V. E., en su plan del 19 del mes próximo pasado, coincidiese en el mismo objeto, nos hizo atropellar por toda clase de embarazos para satisfacer a V. E., puesto que, como noso. tros, lo juzgaba de la más alta importanCia.- Llenos, pues, de los más ar. dientes votos por la conclusión del bárbaro sistema, hemos conseguido que, por medio de un buen patriota (Cortines), se le hablase al comandante de aquella guarnición (Santalla), para que entregue el castillo a V. E. Por for. tuna, animado él de los mismos sentimientos, ha entrado en el plan y tra. baja en él; y puede V. E. estar muy cierto de que se debe esperar mucho de su talento o de su influjo, y de su decisión.- Para que tan gran golpe no sea desgraciado, es menester que V. E. avise inmediatamente - si es posL ble, en el momento que V. E. reciba esta comunicación - a la escuadra, pa. ra que, a la noticia que se le pase, ataque la línea del Callao, defienda los frentes que miran hacia la playa, y refuerce las guarniciones de los castillos, mientras que V. E. se posesiona de ellos. - Recomendamos a V. E. los ofL dales que tanto hi:in trabajado en esto, a quienes, por ahora y siempre, debe mucho la Patria, y van a ahorrar a V. E. y al ejército muchos sacrificios.– Lima, noviembre 15 de 1820.- Tomás Heres" - Bibl. Paz Soldán, doc. MS. núm. 32, de 1820.