Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
EMIGRADOS, CONVERSOS Y VOLUNTARIOS 299 Martín y su carta de crédito ... En fines de diciembre del mismo año, López Aldana, en reunión de una partida considerable de oficiales, soldados y paisanos, en número de cuarenta y tantos, última que Ló– pez Aldana habilitó, emprendieron su marcha para el Ejército Liber– tador, saliendo López Aldana, un poco antes de anochecer, disfrazado de militar español, con bigotes que al efecto se había dejado crecer; y así pasó por las calles más públicas hasta la portada de Guadalupe, que era el punto acordado de reunión (9). Fueron de la partida los Sres. Urízar, Relaiza, Flores, Valdizán, etc. (10). Emprendieron su marcha por el camino de Cieneguilla, y por una casualidad no los to– mó un destacamento de caballería que al día siguiente mandó en su persecución el virrey. A los dos días de viaje, en que caminaron de día y noche sin parar, se incorporó la partida de emigrados a dos montoneras mandadas por los patriotas Acuña y Frescal y de este modo se formó una columna de más de cien hombres, que inme– diatamente llamó por todas partes la atención de los españoles; de suerte que éstos mandaron por diversos puntos varios destacamen– tos para perseguirla, como en efecto la persiguieron, tiroteándola por muchos días. Esta peregrinación duró trece días hasta Retes, a causa de los muchos rodeos y contramarchas que tuvieron que hacer, pasando dos veces la cordillera de Huarochirí, para evitar el encuentro con las guerrillas y tropas españolas, que circundaban to– das las quebradas y los perseguían. El riesgo de caer en manos de los españoles fue tan próximo, que dos días seguidos se vió la par– tida de los patriotas casi cortada, a tiro de fusil, por otra del ejérci– to español mandada por el coronel Pardo. . . Después de este esca– pe, hicieron otro no menos difícil el día que llegaron a San Mateo; pues no hacía sino cuatro horas que acababa de pasar la división del general Ricafort, que venía de Paseo a Lima. . . Fue preciso hacer cortar los puentes y caminar toda la noche, para no ser tomados por sus partidas. Al llegar a Retes, nuevos peligros, pues fue, ca– balmente, el mismo día en que el general San Martín lo había aban– donado ( 13 de enero de 1821), marchando con todo el Ejército Li– bertador a Huaura; y, en consecuencia, el español había avanzado basta aquel punto. Así es que la partida de los patriotas sólo pudo escapar de caer en manos de éste, por haber estado todo un día (9) Sin duda alguna, la huerta de Matamandiuga, de Juan de la Cruz Portocarrero . (10) Aquí agrega Herrera al entonces jovencito de catorce años, Felipe Santiago Salaverry, lo que no es exacto, como se verá después. Los que sí estu.. vieron con López Aldana fueron Otero (Miguel), Campino (Joaquín) y los de– más "forasteros", como de este grupo se decía.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx