Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
EMIGRADOS, CONVERSOS Y VOLUNTARIOS 301 VIII Sinnúmero de conversos - que no "tránsfugas", como llamá– banlos los españoles, porque no lo son quienes, repudiando la pro– pia servidumbre, quieren y logran lidiar por su patria, por la li– bertad y la autop.omía - abandonaron por ese tiempo las filas del rey, para enrolarse en las de San Martín. Digna de mención es la defección practicada, el 5 de noviem– bre de 1820, por el noble y generoso cabo de la escuadra Manuel Alomí, aquél que, hallándose de guardia en las casasmatas del Ca– llao, salvó la libertad y la vida del bravo marino John Brown, co– mandflnte del corsario "Maipú", capturado. con éste, el 17 de octubre de 1818, frente a las islas de Chincha. Después de preso, juzgado y sentenciado a muerte, Alomí, indultado por Pezuela, había sido da– do de alta en el Numancia, batallón del cual desertó en la noche del día mencionado, para ser, como fué, ascendido a sargento por los patriotas y puesto en las filas del número 8 de los Andes, que mandaba a la sazón el coronel platense don Enrique Martínez. IX A principios de diciembre, pasóse, con sus soldados, el capitán don Martín Vargas; y, como dice Paz Soldán, "diariamente aumen– taoan las filas del Ejército Patriota, con los que se desertaban del rey, sin que los amedrentara la orden general de fusilar a todos los pasados que cayeran prisioneros" ( 14). El 5 del propio mes fué tan notable la deserción, que los jefes realistas hubieron de extre– mar su vigilancia y ratificar la publicación de medidas y amena– zas severas. La desconfianza y el espionaje contra los jefes perua– nos tomó caracteres tan odiosos, que resultaron contraproducentes. Uno de ellos, el comandante Agustín Gamarra fué separado del mando del batallón "Unión Peruana" y nombrado edecán de Pe– zuela. El jefe desposeído, que en 1814 apareció complicado en la rebelión de Moraya, promovida por el coronel salteño Saturnino Castro, pensó primero en resistirse a la entrega de su cuerpo; pe– ro después resolvió ceder y pasarse, como vamos a ver ( 15). El mismo día en que el virrey anunciaba al futuro gran mariscal y (14) Vol. cit., pág. 100. Miller, I, pág. 253. (15) "Ayer (8 de diciembre) ha dicho el virrey al comandante cuzqueño Gamarra, del batallón de la Unión Peruana, que tenía pensado nombrarlo su edecán. Este es un arbitrio para quitarle el mando de dicho batallón, porque le es sospechoso desde la célebre causa de Castro, de cuyo complot era Ga.
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