Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
GUERRILLAS Y GUERRILLEROS 313 sos, dificultar su marcha, -hostigarlo durante ésta, favorecer su de– serción, fatigarlo, abrumarlo, destrmrlo, caso de ser posible; y, en todo extremo, hastiado, desesperarlo, desmedrado, de asalto en asalto, de emboscada en emboscada, apareciendo y desaparecien– do alternativamente, para reaparecer enseguida, siempre en vrden colectivo, gregario, en montón. De esta circunstancia, como se acaba de decir, sacaron los rea– listas la denominación de montoneras, dada a estas guerrillas en la guerra de emancipación del Perú, de 1820 a 1821, y después con– sagrada, con sello definitivo, por el uso y por el tiempo (15). Se comprende que, en consecuencia, dadas la finalidad, la ubi– cuidad múltiple y prodigiosa, y 1a presentación subitánea de esos núcleos infatigables, difíciles de perseguir en sus refugios inexpug– nables o ignorados; y casi imposibles de desvanecer, por el hecho de desvanecerse a sí mismos, eludíendo toda espera; evitando toda concentración, inmediatamente posterior a la embestida y a la hos– tilidad; y resolviéndose en una como disgregación intangible, por voluntaria dispersión de sus elementos individuales, hasta que las circunstancias, la lejanía o el asombro del enemigo permitiesen la recomposición total - fueran un obstáculo horrendo y desesperante para las fuerzas realistas regulares, expuestas, en sus acantonamien– tos y marchas a soportar, inermes, sus audaces acometidas. "El nombre de montoneros, se hizo, pues, temible, como dice Paz Sol– dán, ya por el arrojo con que acometían al enemigo, por superior que fuera en número; ya por las extorsiones que cometían contra los pueblos o haciendas en que acampaban. Servían, agrega ese autor, de espanto a los españoles; y los nombres de sus jefes se acreditaban diariamente por sus continuos triunfos sobre los puestos avanzados. Un día eran sus trofeos los prisioneros toma– dos por sorpresa; al siguiente, se apoderaban de alguna partida de caballos, mulas y ganado vacuno; en fin, cada día se señalaban, consiguiendo ventajas que, aun cuando pequeñas, daban ánimo a (15) Es posible que la palabra "montonera" empleárase desde los días de Túpac..Amaru, primero, y de Angulo y Pumacahua después; porque los indios que esos caudillos arrastraron a la lid, completamente desorganiza. dos, lucharon siempre "en montón"; pero tales montones eran masas enormes, carne de cañón, con pretensiones de ejército: y no grupos ad hoc, constituidos intencionadamente para una serie de hostilidades, permanentes, armque suce.. sivas; de encuentros súbitos y parciales; de una especie de guerra de sorpre.. sas, en que, desmenuzando el grupo, como medio de salvar, conservarse y tornar a la carga, rehacíase, para el objeto, en un punto predesignado de reu. nión o concentración. Estas son las verdaderas y únicas montoneras en el sentido histórico y aun bélico de la palabra.
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