Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
GUERRILLAS Y GUERRILLEROS 323 dióse el primer lugar a la partida de Cayetano Quirós; partida que de propósito hemos preterido en el precedente capítulo, por su importancia y la de su jefe, que por cierto han menester atención especial y separado recuerdo. II Fué Quirós un gran carácter; un tipo romántico, legendario, novelesco, digno de ver su figura histórica reproducida y realzada por plumas como la de Dumas o la de Walter Scott. Improbo y hasta ladrón en su origen, pero de súbito regenerado por pasiones tan altas como el patriotismo y la gloria, y tan nobles como la emulación y el arrepentimiento, transforrnóse de un salto, en soldado y en héroe, hasta culminar en el martirio, y lavar con el sacrificio su estigma original, así como los no del todo olvidados vestigios de su prístma vergüenza. Semejante en el erotismo al va– leroso y malaventurado Hernández Girón, tuvo, como éste, una Men– da, adorable y adorada, cuyo nombre, por desgracia, han desdeñ'.\.do la tradición y la historia; especie de amazona, patriota, impertérrita y abnegada, que con Quirós luchó y vivió para la Patria; y al fin, como él rindió al vida en las aras de su noble ideal: el patriotismo y el amor. Mestizo, alto, fornido; simpático de rostro y bien compartido de cuerpo; de ojo vivo y penetrante, mirada sincera, altiva y audaz - bien parecido en todo - era osado como pocos, bizarro como el que más, astuto, sagaz y activo, a la vez que franco y abierto; por eso, muy querido de quienes le acompañaban y seguían; pero, al mismo tiempo, temido, respetado y obedecido sin réplica. -Paz Soldán anota sus cualidades de "activo y valiente" (5). Mariátegui llámale "mestizo de talento y de valor a toda prueba, que, por des– gracia, no había recibido la menor educación" ( 6); y Miller, sin reservas, califícale de "hombre de grandes luces naturales, de va– lor acreditado, y de un tacto extraordinario para el mando", asen– tando que, "si hubiese recibido la instrucción correspondiente, ha– bría llegado a ser un sobresaliente militar"; y lamentando que tal sujeto "hubiera, no hacía mucho, sido capitán de bandoleros", al extremo de habérsele "azotado públicamente, al salir de la cárcel por segunda vez" (7) . (5) Op. et vol. cit ., pág. 287 . (6) Opúsc . cit. , pág. 43 . (7) Id. id., pág . 330.
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