Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
DE ICA A HUAMANGA 25 "Semejante acto de descortesía y falta de consideración a un pue– blo entero, que, con sus magistrados a la cabeza y con las demos– traciones más evidentes de regocijo, salía a presentar el homenaje de respeto y aprecio que dedicaba a sus libertadores, nos ruborizó a todos, y fué amargamente censurado por los jefes y oficiales de la división; y, un poco más adelante, que hizo alto la columna, y se <lió un corto descanso para sacudirnos el polvo y arreglar nuestros uniformes antes de entrar en la población, el teniente coronel Rojas, jefe del E.M., los comandantes Aldunate y Deheza, el mayor Lava– lle y muchos oficiales de los cuerpos, corrimos a rodear a los mu– cipales y a la gran comitiva que los acompañaba, para abrazarlos (con el cariño y entusiasmo que merecían sus demostraciones de patriotismo), y disculpar al general, describiéndoles, sin embozo, las raras calidades de su genial excentricidad y rigidez; pero hacien– do justicia a su valor, su rectitud y su bonhomía, así como a sus relevantes servicios a la causa de la independencia americana; y estos señores, repuestos del desaire que habían recibido, con las satisfacciones y sinceros halagos que recibían de los jefes y oficia– les, recuperaron su serenidad, y continuaron con júbilo sus vivas al general San Martín, a los protectores de su libertad y a la causa de la independencia" (14). X Opípara comida encontraron dispuesta en su honor los jefes y oficiales de la expedición, en la propia casa de la intendencia, que por alojamiento habíase escogido para el seco y excéntrico gene– ral. Aceptó éste, mal de su grado (15); sin duda un tanto arrepen– tido del desplante que acababa de cometer; domado a medias por las reflexiones que sus principales conmilitones le harían; y ya inclina– do a no reincidir en conducta, como la suya, tan reprobable. Ello es que el primordial agasajado comió y bebió con sus anfitriones y colegas, si bien en la forma conventual y frugalísima que cons– titu'a una de sus virtudes más saltantes. La plana mayor divisionaria fué , asimismo instalada con es– plendidez, en los más confortables hogares huamanguinos, que, (14) Opuse., Revista, t . y loe. cit. (15) "Por estar ya todo listo (el banquete) el general, nó sin hacer de– mostraciones de reprobación "; y fué ese "el único ejemplar (habla Roca) que puedo yo citar, en todo el tiempo que he servido a sus órdenes o estado a su inmediación; pues jamás aceptaba obsequio ni presente de ningún gé– nero, aun cuando fuese un ramo de flores o la cosa más insignificante" .- Id. id., pág . 390 .
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