Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

38 GERMAN LEGUIA y MARTINEZ Estos trece prisioneros (con el oficial), amarrados, como su colega, con la boca al suelo, fueron a poco puestos a disposición de Lavalle, que los examinó detalladamente "acerca de la división enemiga, la fuerza de que contaba, qué número de cada arma, el plan de sus operaciones y marchas, y cuanto más convenía a su situación"; y luego , enlazados por una larga cuerda~ conducidos a pié, por un cabo y dos soldados, a retaguardia del escuadrón (21). XIV Tomados los mejores bridones de los prisioneros; acollarados fos que, desmedrados por la fatiga, no pudieron por el momento servir; formado el escuadrón en columna de batalla, con los quince oficiales é\gregados a la cabeza, en filas de a cuatro, llevando la derecha el capitán salteño don Nicolás Medina (del número 11); y la izquierda, el teniente don Florentino Arenales (22); y a la luz de una luna resplandeciente, que ya por esos instantes, se alzaba sobre el horizonte - los independientes se lanzaron, al trote largo, hacia la población, anhelosos de habérselas con el enemigo a quien suponían allí parapetado y listo para resistir. Pero sus espectativas salieron fallidas. Sabida, en efecto, la presencia de los patriotas, en Ataura y sus inmediaciones, por el cabo que, en la quebrada de Ríoseco, escapa– ra a la embestida de Villarreal; y juzgando que era la división en– tera de Arenales la que se le venía encima - el coronel Montene– gro, alebronado y entontecido por el inminente peligro. dió inme– diatamente la orden dei ensillar; y, sin cuidarse esta vez de salvar su impedimenta (a no ser lo más preciso en elementos y equipajes) desocupó rápidamente la plaza, y, por camino opuesto al traído por Lavalle y los suyos, emprendió retirada a Tarma; orª para di– rigirse al Cerro de Paseo, y allí reunirse con O'Reilly, que bien pu– diera a la sazón, según sabía, estar presente o, cuando menos, pró– ximo a acantonar en ese punto; ora, en caso contrario, para refu– giarse, por la Oroya, en la quebrada de Matucana; o en Lima mis– mo, según exigiéranlo las circunstancias. (21) Las frases, así anteriores como subsiguientes, puestas entre comL Has, pertenecen a los "Apuntes'' de Roca, único que habla detalladamente de estas cosas . (22) Hijo y ayudante de campo de don Juan Antonio; y sujeto díscolo e mtrigante de que se hablará después. ;

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