Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

530 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ V Tan pronto como este último pasó la vista por las pertinentes comunicaciones, expidió providencias atinadas y rapidísimas para afrontar la situación que se avecinaba. Ordenó a Egúsquiza perma– necer en la zona de Celendín y Balsas, "entreteniendo al enemigo, si se le presentara, mientras pudiera enviar los auxilios que se le pe– dían" (8 de junio); despachó, por de contado, ya que no los cin– cuenta hombres que Egúsquiza solicitárale con exigencia al salir de Cajamarca, siquiera veinte de ellos con un oficial, "únicos disponi– bles en Trujillo del Batallón N<? 1 (del Perú); pues, aunque la fuerza de este cuerpo, decía, era de cuatrocientas plazas, componíanse de reclutas que aún no sabían ni marchar" (3 de junio); trasmitió al ministerio respectivo los temores despertados en su espíritu y en el de los gobernadores de su dependencia por las ocurrencias positivas de Corongo y Uchiza, y por las verosímiles del Napa, Huamachuco y Pataz (6 de junio); y, finalmente, suplicó al gobierno de Lima el in– mediato envío de doscientos individuos mínimum de tropa vetera– na, que, con su instrucción y disciplina, superasen, o equilibrasen por lo menos, la significación numérica de los expedicionarios diri– gidos por Quiles y Cárdenas (6 de junio) (7). No satisfecho con todo ello, todavía se detuvo a impartir al mayor Febres Cordero, gobernador de Cajamarca, la prevención de cumplir incontinenti lo dispuesto y ya comunicado al mismo desde el 30 de mayo, relativamente a la captura y encierro de todos los españoles residentes en su jurisdicción; y su remisión a Trujillo, donde quedarían en rehenes, Yz si era preciso, serían expulsados, a se– mejanza de lo que con aquellos infelices hacía a la sazón en la capital el ministro Monteagudo (8). (7) Docums. cit., vol. ref., págs. 274, 266 y 269. (8) "Me desprenderé de los más que pueda", decía Martínez. Notable es la respuesta que a su superior dio Pebres Cordero sobre este punto, y digna de consignarse para honra de su autor.- "Llegó el correo, dijo; y, entre la correspondencia de oficio que después satisfaré, son en mi poder los dos de US. Hon. de 20 del que terminó, relativos, el uno, a la recluta que es forzoso hacer para el batallón núm. 1? del Perú; y el otro, para que los españoles re– sidentes en estos lugares comparezcan a su presencia para los efectos que in– dica. Mi actual situación, y arbitrios que estoy empleando, me compelen a exponer a US. Hon., con la ingenuidad que me es característica, que por ahora suspendo ambas resoluciones, hasta tanto tenga a bien US. Hon. balancear mis razones; y, con su respuesta a este expreso, cumpliré exactamente con lo que me mande, quedándome la satisfacción de haber procedido en busca del acier_ to, y con sólo el objeto de disminuir los males y reconcentrar las ideas de los

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx