Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

CAMPA~A TERMINAL, DEFINITIVA, DE LA INDEPENDENCIA NOR PERUANA 531 El 13 de junio, el mismo funcionario insistía encarecidamente en reclamar la remisión de los refuerzos impetrados, exponiendo a la superioridad que "las gentes de Chachapoyas, Celendín y Cajamarca, que nunca habían conocido la guerra, eran pusilánimes por natura– leza; estorbaban aun su propia defensa; y no tendrían aliento, sino cuando estuvieran ciertas de que una fuerza veterana las protegía debidamente" (9). Exigía, además, pertrechos abundantes , porque Egúsquiza habíale expuesto no disponer más que de "treinta tiros de metralla, ocho mil de fusil y tres mil de fogueo" (10). VI Tuvieron las autoridades patriotas tiempo de sobra para estos preparativos, porque Cárdenas y Quiles, renunciando a su primer objetivo de invadir y tomar la presidencia de Huailas, detuviéronse en Moyobamba adormecidos por el embriagador beleño de su fácil triunfo, con el pretexto o el propósito de aguardar a las tropas españolas que decíase próximas a venir por la vía del Napo con Aimerich. Ello es que, recibidos los primeros refuerzos de Trujillo, salidos de esta ciudad el 3 de junio, y viendo que los enemigos dilataban indefinidamente su marcha sobre Chachapoyas, Egúsquiza atravesó al fin el caudaloso río, entre Jelit y Balsas, con destino a la segunda de esas poblaciones, que ocupó con sus tropas a mediados del mes. Y, a fines del mismo, Torre Tagle y Guido acabaron por despa– char del Callao, a disposición del presidente de Trujillo, general Martínez, a la mitad -doscientos hombres- del batallón N? 11 de los Andes, vencedor en Chacabuco y Maipú; tropa que dio velas que me han de ayudar en los días en que trato de tener gente adicta, y no disgustada; porque, reuniendo aquí fuerza, y al mismo tiempo sacar hombres para esa ciudad, que es en lo que siempre hay grandes tropiezos, se atrae el disgusto y me debilito basta el último grado. En cuyo igual caso, estoy aper– cibiendo a dichos españoles en los términos prevenidos siendo consecuente que, estando todos o la mayor parte establecidos y con familias, se sobresal– ten éstas; y, lejos de introducir en éstas la opinión, la expongo a que decline en tedio, al Gobierno. Después, yo cuidaré de que tenga efecto, poniéndoles en el ínterin espía a cada uno, para que velen sobre sus operaciones, sin de– jar de la mano el sacar de ellos el mejor partido, y sin desentenderme si cuaL quiera diese mérito a un severo castigo. La aprobación de US. Hon. en esta parte lisonjeará a mi buen deseo.-Dios, etc. Cajamarca, junio 4 de 1822.– Firmado: Joaquín de Pebres Cordero".- Docums., y vol. cit., págs. 280 y 281. (9) Op. et vol. cit, pág. 281. (10) Id. id. id., pág. 279.

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