Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

BERMUDEZ Y ALDAO.-DE !CA A .HUANCAYO 551 los encerraron en la iglesia parroquial; y, "so pretexto de favorecer– los" (6), aherrojáronlos· sin compasión, para remitirlos a Pardo, quien, por supuesto, ejercitó en ellos toda la serie de crueldades que los jefes españoles pusieron siempre en práctica contra los patriotas prisioneros. VII Siguiendo la ruta de Arenales primero, y la del gobernador inten– dente de Huancavelica después (7), pusiéronse Aldao y Bermúdez en la mesa de Junín, y dirigiéronse a Tarma y Jauja en busca de Arenales. Mas, como éste hubiese partido ya de la primera de esas poblaciones y emprendido marcha sobre el Cerro en pos de O'Reilly, continuaron a Huancayo en el propósito de unirse con Otero, gober– nador independiente de Tarma, allí acantonado con sus cuerpos de milicias. Había ocurrido que este último, dejado en su provincia para mantener la situación de autonomía recientemente inaugurada, y sos– tener vivo y entero el sentimiento de los pueblos pronunciados por la misma, hubiese de avanzar a la referida población de Huancayo, a fin de vigilar el puente de Izcuchaca, por donde ya anunciábase la pronta aparición de numerosa división realista procedente del sur. Ber:inúdez y Aldao efectuaron allí su unión con Otero el 8 de di– ciembre, esto es, en los momentos en que recibíase la nueva del triunfo de Paseo, obtenido por Arenales el 6. Con esa espléndida nue– va, que alegraba los corazones y exaltaba los votos de los patriotas, ratificándolos en su decisión y juramentos, detuviéronse en la alegre y luminosa ciudad, a descansar de sus largas marchas, fatigas y pe– ripecias, con tanta mayor tranquilidad y confianza, cuanto era evi– dente que Ricafort -según noticias indudables de esa fecha- encon– trábase (al frente de sus mil cuatrocientos soldados) detenido y enre– dado, en multitud de encuentros, con las numerosísimas indiadas de Cangalla y de Huamanga, resueltas a cortarle el paso, batirle y redu– cirlo a la impotencia. ¿Quién era Ricafort, de dónde venía, por qué causa y con qué objeto? Pasemos a explicarlo en el capítulo siguiente. (6) Paz Soldán, op . cit., t. I, pág. 126. (7) Brigadier don José Montenegro, a quien vimos huir de Arenales, para reunirse, en Jauja, con el subdelegado de ese partido don Domingo Jiménez. Uno y otro, derrotados con las compañías de Cárdenas, cayeron como sabe- mos, prisioneros de los patriotas. · '

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx