Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

686 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ sus satélites no eran los únicos enemigos"; sino que "mayores y de más consideración eran los que abundaban en todas las capitales, en todos los pueblos, y aún en las más pequeñas aldeas del reino".– "Con tales y tamañas ventajas, el enemigo iba adquiriendo pre– ponderancia, ya no sólo en la fuerza física, sino, mucho más, en la moral"; obrando con un "plan general y combinado"; haciendo sus "movimientos con provecho, sin la menor resistencia, y sin que pu– diera ello evitarse, a causa de la debilidad y hasta impotencia de la escuadra española"; y, antes bien, "garantizando sus éxitos, no sólo con las armas, sino con la intriga y la seducción, que en todas partes introducía con fruto".- Entre tanto, "los únicos sucesos" re– servados para los realistas, "eran los de tierra"; pero eso, todavía, para el caso de que "lo quisiera San Martín", supuesta "la latitud del territorio" y su "costa abierta", ventajosa exclusivamente para quien, como el general libertador, podía efectuar cuantos "embar– cos, reembarcos y desembarcos" se le antojaran o le convinieran, con lo que el ejército del rey "nada en grnade podía hacer con utilidad"; y, ''al contrario, cada día se iba debilitando, falto de recursos, y llegando, por pasos cabales, al término de la ruina". En consecuencia de todo lo expuesto, acababa el atribulado gene– ral hispano, asegurando que "el estado actual de las cosas no ten– dría remedio, si luego, luego, y cuanto más antes no se enviaban auxilios peninsulares; entre éstos seis buques de guerra, y, de ellos tres navíos; sin los cuales se perdería irremisiblemente la Amé- . ,, rica ... Sólo que la esperanza ardiente, la rósea ilusión alimentada, con vista a los expresados auxilios, por el Alvarez Arenales de la Colonia, seco, pero honradísimo y patriota; rígido, y, por eso mismo, noble y leal, eran sueños imposibles de realizar, en el coetáneo estado de postración de la Península ... VII Sus palabras, sinceras, francas, sencilla y sublimemente doloro– sas, son la expresión más exacta e imparcial del rumbo tomado por la opinión en el Perú. No por el concepto elevadísimo de una libertad jamás gozada, y, por tanto, ideal y hasta incomprendida; pero sí por un intenso s nti– miento de igualdad, acariciado por las mismas ma as, ante el espec– táculo de los propios esclavos, exaltados desde el papel humillante de "cosas" hasta el rol de soldados de la Patria y la xcelsa condición de seres libres, exentos ya de la forzosa cong 'nita servidumbr ; -

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