Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

DEPOSICION DE PEZUELA 711 en el poder, y así convencido de que nadie, absolutamente nad·e , le brindaba el mínimo apoyo (9), entregó la contestación antes copia– da y por él redactada después de su entrevista con el fiscal Villota. La fórmula exhibida no fue de la aprobación de los consultados, por consideraciones que se desarrollaron a la ligera; y concluyó en– tonces el virrey por encomendar a la corporación misma la redac– ción de su respuesta, que, retirándose de nuevo, el excluído, dictó en el acto el presunto sucesor (10). Firmó este documento Pezuela, silencioso y sin vacilar; y el pliego respectivo, momentos más tarde, fue entregado al mensajero. Tal respuesta decía: "Una vez que VS. y demás jefes creen que la salvación de estos países pende de que yo entregue el mando del virreinato al señor general La Serna, estoy pronto a ejecutarlo, y doy mi palabra de honor de que lo verificaré, a cuyo fin paso las órde– nes correspondientes (11); pero no puede ser en el corto térmi– no que se me indica, pues es necesario seguir los trámites de ley; y, así espero que US. y demás jefes de este ejército queden tran– quilos, y nombren uno que venga a acordar el día y hora. Por lo respectivo al mando del ejército, acompaño a USS., desde luego, la orden que corresponde.- Dios, etc.---.. Lima~ y enero 29 de 1821, a fo una de la tarde.- Joaquín de la Pezuela.- Sr. briga– dier, jefe del E.M.G., don José Canterac". VI No satisfizo esta comunicación a los complotados, que, lanzados en la pendiente de la insubordinación, habían roto con todas las consideraciones y respetos; así que, seca y duramente, y como impa– cientes de las moratorias insinuadas por su víctima, en las que cre– yeron poder encerrarse algún peligro, replicaron, sin perder minuto, de esta manera: "El oficio de V.E. no llena el objeto que los jefes se han pro– puesto.- El ejército se halla sobre las armas, con todos sus jefes a la cabeza, sin exceptuar uno; y no las dejarán hasta que obtengan la orden de reconocimiento de virrey a favo-v del Excmo. (9) Son sus propias palabras, corno se verá muy pronto en la carta al ministro Pórcel, ya aludida en una de las notas que anteceden. (10) Carta a Pórcel, ya enunciada. (11) Aquí palpitan, a las claras, el desinterés y la abnegación de La Serna, cacareados en la reunión momentos antes.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx