Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

712 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ Sr. general La Serna, y queden asegurados de que otra igual se ha dado a las demás autoridades, cesando V.E., desde aquel ins– tante, en todas sus funciones. Y, para acordar el tiempo nece– sario a la entrega que V.E. indica, pasan a esa capital el coronel marqués de Valle-Umbroso y el teniente coronel don Antonio Seoane, diputados por el ejército.- Devolvemos la orden general de hoy, que V.E. remitió, por que el empleo de general en jefe está unido al de virrey, cuya dejación hemos solicitado.- Dios, etc.- Campa– mento de Asnapuquio, enero 29 de 1821".- (Aquí las firmas de los diecinueve jefes). Ante esta segunda arnonestación 1 afirmada con la amenaza de uo dejar las armas hasta saciar sus desbocados deseos, Pezuela, sin aguardar a los enviados mentados en la nota, ni por consiguiente acordar nada con persona alguna (aunque en palacio continuase con– gregada todavía la Junta Consultiva de Guerra), tornó la pluma por sí mismo y, sin entrar en más réplicas ni contrarréplicas con sus irrespetuosos y desconsiderados adversarios y rivales, dirigió el si– guiente oficio al general La Serna; documento que, como a la vista salta por su forma y por su fondo, fue, en las intenciones y pruden– cia del dimisionario el único destinado a publicarse para dar, al pue– blo y a las tropas, noticia de la abdicación de su mandatario, impri– miendo en ésta la calidad de un paso voluntario, que nadie por su– puesto habría de creer. Y dijo: "La crítica situación en que se halla este país, por la inmedia– ción del enemigo; y el advertir que el presente estado en que me hallo, no me permite atender a ella con todo el vigor y energía que demandan las circunstancias, y que exige mi intenso amor a la causa del rey y de la nación, no menos que por el bien de esta heroica capital, que tanto aprecio; me he resuelto imperiosamente a resignar en V.E. todo el mando que ejerzo como virrey, para que en el acto se posesione y contraiga a expedirlo, admitiendo el generoso desprendimiento que hago de mi jurisdicción y facul– tades, sin otra mira que ser inviolable a la fe que profeso, y pro– curar que, por la mano de V.E., se salve, en cuanto sea posible, la nave política del Estado.- Lo voy a comunicar ahora mismo, a todas las corporaciones, para su observancia en la parte respec– tiva.- Dios, etc.- Lima, 29 de enero de 1821.- Joaquín de la Pe– zuela.- Excmo. Sr. don José de La Serna''.

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