Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

724 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ asumían, con la plenitud de la investidura para él perdida, la del momento y su responsabilidad. 11 El señor don José de la Serna y de Hinojosa, caballero cruz de la orden militar de San Hermenegildo y mariscal de campo de los reales ejércitos, exaltado a la supremacía política y militar del Perú, y predestinado a ser el Augústulo del imperio hispano colonial en Sud-América, tenía a la sazón cincuenta y un años. Había nacido en Jerez de la Frontera en 1770; educádose en el colegio de artillería de Segovia; distinguídose en la defensa de Ceuta contra las embestidas de los irreductibles marroquíes; tomado parte en la campaña de Cataluña, contra la invasión traída a esta provincia por la República Francesa, en las expediciones marítimas llevadas a In– glaterra por el almirante Mazarredo, y en la guerra de la indepen– dencia española contra la dominación de los Bonaparte; guerra, esta última, en que La Serna encontróse en el s.egundo sitio de Zara– goza, por su conducta en el cual fue declarado benemérito de la Patria en grado heroico y eminente. Prisionero al ser capturada aquella plaza, fue llevado a Francia, de donde fugó a Suiza, y, tras largas y dolorosas aventuras, tornó a España desde el lejano puerto de Salónica. Por su extraordinario comportamiento en todas las campañas y acciones bélicas preanotadas, fue ascendido a brigadier en 1814 y a mariscal de campo en 1815; condición en la cual, por promoción de Pezuela al virreinato limense y renuncia del primitiva– mente designado mariscal de campo don Estanislao Sánchez Salva– dor, viose nombrado general en jefe del ejército español operante en el Alto Perú. Salió a su destino, desde Cádiz, en la fragata de guerra la "Ven– ganza" y en ella arribó a Arica el 7 de setiembre de 1816, en cir– cunstancias tan críticas para el erario colonial que hubo de estan– carse en aquel puerto peruano, durante más de dos meses, con su numeroso séquito ( 1), hasta recibir de Moquegua el producto de un (1) Ese séquito estaba compuesto del primer ayudante de campo de La Serna, teniente coronel don Fulgencio Toro; del segundo ayudante del mismo, teniente de artillería don Miguel Araos; del secretario, ingeniero militar don Eulogio Santa Cruz; del jefe de la escolta del general en jefe, capitán don Valentín Ferraz; del teniente coronel don Jerónimo Valdés; y de los capitanes don Bernardo de La Torre y don Antonio Seoane; todos escogidos por La Serna de entre sus subalternos de confianza y amigos íntimos, y que n se– guida fueron miembros de la famosa camarilla de este caudillo, llamada por los contemporáneos "Ja logia constitucional'' a la que ya conocemos.

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