Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
EL ULTIMO VIRREY: SUS PRIMEROS ACTOS 727 lasernista, muy en especial de Canterac, Valdés y Loriga; y obtener la confirmación de la autoridad ilícita asumida por su corifeo, con la aprobación amplia, expresa y general de sus actos y de cuantas extralimitaciones habían cometido para llevarlo al sitial y el ejercicio de facto del poder. V Con este cúmulo de encargos y pedidos, explicaciones y mani~ fiestas exculpatorios, iban otros oficios importantes, en que La Ser– na pedía nada menos que la exoneración del mando, y su reemplazo con persona de mayores y mejores dotes que él (4) y manifestaba el triste estado en que su antecesor había dejado los asuntos pú– blicos, tanto como la imposibilidad de hacer gran cosa en favor de la causa real, por lo aflictivo de la situación y lo conmovido y contrario del ambiente público; contradicción flagrante, llamada a desvirtuar la jactancia de los revoltosos y las presuntuosas promesas de su caudillo; y que denunciaba a gritos la hipocresía encerrada en la abnegación de que hacía lujo quien, al mismo tiempo demandaba, poco menos que de hinojos, la ratificación de su bastardo título de virrey (S). (4) "Un jefe, dice Camba, de más salud y de mayores conocimientos".– Op. et vol cit ., pág. 383 . (5) La comunicación preparatoria de que en el texto se habla, explana– ción de cargos y ofensas contra Pezuela (para nosotros ya conocidos) üene fecha del 1.0 de febrero, y no vale la pena de su reproducción.- La relativa a la situación del virreinato, única interesante por las declaraciones que con– tiene, es del 7 de marzo, y dice de esta manera: "Excmo. Sr.: -Desde el 10 de febrero último, en que noticié a V.E. hallarme con el mando de este virreL nato, nada interesante ha ocurrido (porque nada se había hecho). El ejército invasor subsiste en Huaura y sus inmediaciones, aumentando sus fuerzas con la recluta que las provincias inmediatas le remitieron y negros esclavos que ha sacado de las haciendas, a cuyo servicio se prestan con gusto, por la liber_ tad que les han ofrecido; y, por lo tanto, he tomado el parüdo de obrar del mismo modo, tanto para quitar este aumento al enemigo, como porque ~s el único medio que en el día hay de poner este ejército en una fuerza de 6 a 7 .000 hombres, sinembargo de que conozco que esto en cierto modo es perjudicial a los propietarios; pues pierden estos brazos, y no los pueden reemplazar co– mo antes, por razón de haber cesado el tráfico de esclavos; pero, cuando la ley de la necesidad lo exige, es preciso adoptar este y otros medios.- La las. timosa situación en que he encontrado todos los ramos del erario público, es bien notoria; pues no hay uno que mi antecesor no haya agotado, después de haber establecido varios impuestos gravísimos. Aseguro a V. E. que, para con– servar esta parte de Sud.América a la monarquía española, es menester valer. se de medios nada comunes y que tengan visos de violentos; pues es induda– ble, hallándose, como se halla, bloqueada esta capital por mar y por tierra,
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