Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

728 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ VI Partieron los comisionados Valle-Umbroso y Seoane, el 29 de marzo, como ya se dijo, haciéndose a la vela para Cádiz, a bordo del bergantín de guerra "Maipú", mandado por el teniente de navío don Francisco Sevilla, a quien ya conocemos (6). Pasaron con felicidad el estrecho; pero, cerca ya de Río J aneiro, puerto al cual dirigíase el buque conductor para su revituallamiento, viéronse detenidos por una desastrosa calma, y, lo que fue peor, dentro del radio de fuego de la corbeta de guerra bonaerense "La Heroína", que empezó desde luego a cañoneados, y a la cual hubieron de rendirse, casi sin resistir, previo lanzamiento al mar de toda la correspondencia (21 de junio). en todos sus alrededores los pueblos están más o menos sublevados. El aU– mento de los gastos y la baja de los ingresos, son constantes; y, como en casos semejantes nada se logra recurriendo a la voluntad parcial, y nada pue– de esperare en donde el crédito no existe, puede V.E. figurarse cuáles y cuántos deben ser mis cuidados para conservar por algunos meses este terrL torio .- Digo por algunos meses, porque supongo que, para octubre del pre– sente año, estarán en estos mares dos o tres navíos de guerra, y, por consL guiente, tomarán la preponderancia marítima, que es lo que interesa; pues, teniéndola, puedo obligar al ejército invasor a abandonar estas costas y a reembarcarse. Si dichos buques no vienen, tal vez me veré en la precisión de tener que dejar esta capital y replegarme sobre Huamanga y Cusco, para CU– brir el resto del Perú y dar tiempo a recibir auxilios de la Península; pues es indudable que, habiendo, en lo general de los habitantes y soldados, una ten– dencia a la independencia, mi situación y la de este ejército es tánto mas crítica, cuanto más reducido sea el teatro de nuestras operaciones; porque es claro que el ejército invasor irá aumentando cada día más su partido, y se hará más difícil el desalojarlo de estas costas, si tardan en venir los auxilios marítimos y terrestres que, en mi oficio núm. l '! pido a V. E. - Puede V. E. asegurar a S.M., que, tanto yo como los jefes, oficiales y tropa, harán cuantos sacrificios sean dables, para conservar estos países como parte integrante de la monarquía; pero repito que se sirva V. E . manifestar al Rey la necesidad de la pronta venida de los tres navíos de guerra; pues, en el día, después de haber perdido la fragata Esmeralda, como diría a V.E. mi antecesor, las otras dos se ignora si se habrán dirigido a San Blas, a habilitarse de víveres y de– más, porque en ningún punto podían hacerlo.- Dios, etc.- Lima, 7 de marzo de 1821.- Excmo. Señor.- (firmado) José de La Serna.- Excmo. Sr. Minis– tro de la Guerra". (6) El mismo que, al mando de la fragata ''Resolución", batió al corsario John Brown, a quien encontró cerca de las Chinchas y apresó el 17 de octubre de 1818, capturando el ''Maipú", que Brown comandaba, y que, bien armado y reparado, fue puesto a las órdenes de Sevilla. Este no volvió más al Perú . Siguió en España, donde era capitán de navío en 1842.- V. a Mendiburu, Dice. t . VII, pág . 342 .

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx