Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
BATALLA DEL Cl!.RRO T1 estocada; y se hace dueño del estandarte del cuerpo espa:fiol; acción que Arenales , al recibir el valioso trofeo de manos del capturador, premia allí mismo con su aplauso y con un ascenso. VIII La fuga se pronuncia. La derrota es, por ese lado, completa. Perseguidos y perseguidores cruzan, como etéreas exhalaciones, por las calles de la solitaria ciudad del Cerro; y la batida continúa mucho más allá del extremo opuesto de la población, "a pesar de los obstáculos que presentan la localidad y los ranchos"; y prosi– gue por la ruta que toman los fugitivos, que es por las laderas de Quinlacocha y por la dirección de Paraccha, (5) "hasta dispersar y matar cuanto el sufrimiento (de los cazadores) puede ofrecer" ( 6). Todo el que no sucumbe o huye veloz, es hecho prisionero. Caen, así, en manos de los independientes: el propio mayor general, comandante de la infantería, teniente coronel Manuel Sánchez; los capitanes Manuel Alvarez, Vicente Anezes y Pedro Márquez Coll; el ayudant de campo de O'Reilly, teniente don Eustaquio Barrón (7); los tenientes Francisco Saavedra, Ventura Carromina.s, Antonio García, Ramón Cenorrio, Luis Rante (de quien ya se habló), Vicen– te Jiménez y José María del Vizo; los cadetes Pedro Herrera y Mar– celino Romero; y los distínguidos Juan Miguel Roldán y Bernardino Ruiz (8). IX Las caballerías de Lavalle y Suárez, puestas, ambas, bajo su,– perior comando del primero, y emplazadas, según se ha visto, afu ra y a la siniestra del ala izquierda patriota, no han coope– rado aún en esa pertinaz e infatigable persecución llevada sobre los soldados del "Talavera". Impacientes por entrar en batalla, volar sobre el adversario y batirlo, aguardan granaderos y cazadores, con erdadera dese eración, la orden de hacerlo; orden que tarda mu– cho en llegar, aunque al fin llega. Por su parte, la caballería realista de Carabaillo, al ver cómo el cuerpo d Deheza ha desbaratado la derecha española, empren- (5) Aquella, hacienda mineral del asiento cerreño, y ésta, aldehuela próxL ma al mismo . (6) Parte de Arenales párrafo 5. (7) A quien Camba califica de "bizarrísimo".-Memorias, I, 343 . (8) Relación de pri ionero anexa al parte del 7.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx