Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

104 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ la Europa. Es en la unión en lo que estriba la felicidad; y, cuan– do yo contemplo a V. E., bien convencido de esta verdad, con– testo con extraordinaria satisfacción a los puntos de convenio que V. E. se sirvió pasarme en 12 del corriente". "Siempn; he visto con admiración los grandes esfuerzos que V. E. Twce por asegurar la libertad, la igualdad de sentimientos con el Gobierno de Colombia y su cooperación en destruir a los enemigos que oprimen aún a algunos de nuestros hermanos. En mis primeras comunicaciones con V. E., yo he dado bien a cono· cer las intenciones de S. E. el Libertador y los puntos de mi co– misión: de ellos jamás podré separarme; y persuádase V. E. que no tienen otro objeto sino la felicidad de Guayaquil, la conside– ración debida a su Gobierno y el exterminio del enemigo común. Con la sinceridad de un hombre de bien y con el carácter de un jefe de Colombia, las he presentado a V. E., y creo que en esto he llenado mi deber". "No me ocupan otros deseos ni me domina alguna ambición, sino la de ser útil a la Patria y sacrificarme en su obsequio. Con las tropas que deben venir de Colombia y las que V. E. tiene a bien ofrecer, muy en breve se verá organizada la expedición li– bertadora de Cuenca y Quito. El Libertador y V. E., me honran con su mando, y yo aseguro vengar los agravios hechos a esta provincia. La capital del tercer departamento será libre, y enton– ces V. E. podrá contar con que tantos sacrificios serán recom– pensados, y que este país adquirirá toda la felicidad de que lo creo acreedor". "Yo no puedo, pues, firmar por ahora el tratado propuesto por V. E.: él contiene puntos de bastante entidad que sólo son peculiares al Gobierno de quien dependo y al cual podremos re– mitirlo si V. E. lo estima conveniente". "No me hallo autorizado para estas negociaciones, y me com– placerá demasiado al verlas realizadas con el Jefe de Colombia y cumplidos los deseos de V. E. Sólo he sido encargado de ofre– cer a este Gobierno la consideración del de Colombia; de hacer las proposiciones que ya se han verificado; y de cooperar a la li– bertad de esta provincia, introduciendo la guerra en el corazón del despotismo". "Esto es lo que he podido tratar, y creo ser lo que más deba interesar en estas circunstancias". " Siento en esta ocasión no poder complacer a V. E. cual lo deseaba. Estoy persuadido que el Gobierno de Colombia accede– rá gustoso a las intenciones de V. E., pues conozco sus deseos.

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