Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

118 GERMAN LEGUIA Y MAR'f!NEZ "Artículo VI.- El Gobierno de Colombia, después de las ma– nifestaciones que ha hecho, de aprecio y consideración a los es– fuerzos de los hijos de Guayaquil, para romper sus cadenas y elevarse a la libertad y pleno goce de los derechos de la vida ci– vil, reconoce, en la provincia y en sus habitantes, los mds impor– tantes apoyos de la libertad de Quito, y ofrece recompensar sus generosos servicios y su cooperación a los planes de la Repúbli– ca con todas las ventajas que reclama su situación en el Pací– fico". "Artículo VII.- El presente tratado, hecho por la Junta Su– perior de Guayaquil en nombre del pueblo que representa; y por el general de brigada Antonio José de Sucre, comisionado del Go– bierno de Colombia, en virtud de sus poderes, tendrd fuerza, va– lor y cumplimiento desde el día de la fecha; y, cualquiera que sea la forma en que se constituya la provincia, el Gobierno de ella serd obligado a observarlo, como lo serd el de Colombia por su compromiso". "Y, en fe de que así lo convenimos y acordamos, nosotros, el Presidente y vocales de la Junta Superior de Gobierno de la pro– vincia de Guayaquil, don José Joaquín de Olmedo, don Rafaei Jimena y don Francisco Roca; y el general de brigada Antonio José de Sucre, comisionado del Gobierno de la República - fir– mamos cuatro de un tenor, de los cuales dos quedardn archivados en la Secretaría de la Junta, y dos se entregardn al expresado se ñor comisionado para los usos convenientes". "Guayaquil, 15 de mayo de 1821".- Siguen las cuatro firmas de Olmedo, Roca, Jimena y Sucre (3). (3) Remachando el clavo envuelto en este pacto, Olmedo decía lo si– guiente en nota directa a Bollvar: "Con la venida del seí'í.or Sucre, autorizada plenamente por V. E . , se ha realizado aquel convenio, en el cual no hemos tenido otro objeto que declararnos nuevamente bajo los auspicios y protec– ción de Colombia, poner las bases de nuestra existencia civil y política, pro– mover el engrandecimiento e integridad de la República y apresurar los des· tinos que nos están reservados. En el tratado nos hemos procurado el honor de confiar a V.E. todo el poder que nos confirió el pueblo, para que V. E . comprenda esta provincia en las negociaciones de paz, alianza y comercio que celebre con las naciones amigas, enemigas y neutrales. Esperamos que, te– niendo V.E. la bondad de aceptar este encargo, no mire en él sino los ardientes deseos que nos animan de la conservación de los derechos de nues– tros comitentes y de las ventajas que puede reportar esta provincia ... Hemos creído indispensable hacer a V.E. estas Jndicaciones, etc."- Cornelio D. Ver– naza, Recopilación de documentos oficiales, pág. 221.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx