Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

LA CONTROVERSIA 123 VII Ya en vísperas de suscribir el pacto de protección y someti– miento de 15 de mayo, sabían Sucre y Olmedo que, hecha impo– sible toda inteligencia entre Colombia y la Península sobre la base de la independencia de aquella República, y rotas en con– secuencia las negociaciones entabladas por Bolívar con los comi– sionados españoles Sartorio y Espelius (7), había el Libertador dispuesto que, al vencimiento del armisticio (30 de abril de 1821), se reabrieran las hostilidades. Y comprendían que, debiendo la campaña, así en Venezuela contra el general La Torre (sustituto de Morillo), como en Pasto contra García, absorber la atención y los elementos del Estado en la zona norte, sería ya poco menos que imposible esperar nuevos refuerzos de Colombia. Por tanto, y no pudiendo, en las operaciones que indudablemente habrían de ,emprender los realistas de Quito sobre Guayaquil, o en las que el gobierno guayaquileño debería necesariamente iniciar para la emancipación de la presidencia reafirmando la suya propia; no pudjendo, decimos, disponer de más fuerzas que las preexistentes del Guayas, todas colecticias y débiles, y las recientemente ve– nidas con el negociador colombiano; éste y la Junta, de acuerdo, decidieron dirigirse al generalísimo del Ejército Libertador del Perú, en demanda de auxilios. Estos últimos, caso de concederse, se concentrarían en Piura; y cooperarían a la acción principal de Sucre, entrando en el Ecuador por el Macará e invadiendo el país por su lado sur, para amagar y distraer a una parte de las tropas españolas hacia la zona de Cuenca y Loja. Efectivamente, Sucre mismo por su parte, y Olmedo por la suya, abrieron con esa fecha (13 y 15 de mayo) serie interesante de comunicaciones exigentes, dirigidas a solicitar y obtener la ayuda efectiva del Perú. En otro lugar de esta historia hemos te– nido oportunida~ de relatar todo lo referente a este punto (8), y no hay que repetirlo. Bástenos decir que, aprovechando de la se– guridad y confianza inspiradas o transmitidas por los emisarios portadores de esas comunicaciones, Olmedo y sus colegas, a la vez que impetraban los refuerzos en cuestión simultáneamente con Sucre, dirigieron a San Martín exposiciones reservadas, rela- (7) V. la pág. 86 de este vol. (8) Auxilios a Colombia, cap. III, parte III del segundo período, págs. 642 a 663 del vol. V. de la presente obra.

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