Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
134 GERMAN LEGU!A Y MARTINEZ Bas ta comparar el contenido de esta nota con el del acta de la sesión del 31, para comprender cuán descaminado andaba el Protector. XIV La segunda derrota de Huach i (12 de setiembre) redobló los pedidos premiosos y desesperados de Olmedo y sus colegas, y los de~ propio Sucre. El 1'7 partió, con destino a Lima, otra co– misión bipersonal, compuesta por los capitanes don Pedro Roca (hermano del triunviro del Guayas) y don Jerónimo Zerda, en– cargados de recibir del Protector, embarcar y llevarle a la Junta "las armas y municiones que ese funcionario se dignara propor– c;ionar a la afligida provincia", que, con ese amargo laconismo de la desgracia, decía, por boca de su jefe Olmedo: "Hemos per– dido los primeros elementos de nuestra defensa, tropas y armas: nuestra vista se dirige naturalmente a V. E." (20). Y los nuevos comisionados tuvieron también encargo de rei– terar -como los anteriores, verbalmente- la urgencia de consti– tuir en Guayaquil tropa peruana suficiente, que contrabalancease la perniciosa influencia de Sucre; del buen Sucre, que, por una parte, adulaba al Perú, en demanda y espera de auxilios, que fue– sen, no a Guayaquil, cosa que mal podría convenirle; sino a Loja y Cuenca, con el objeto de distraer y dividir al adversario, y fa– cilitar sus operaciones directas; y, por otro lado, hacía guerra pertinaz, infatigable, a los derechos .e intereses peruanos finca– dos en Ja provincia septentrional; del buen Sucre, que, mientras halagaba y adulaba también a Jos guayaquilcños, para arrancarles la determinación de anexarse a Colombia, calificándolos de pa– triotas, dignos y abnegados, denigrabálos horrosamente en sus oficios suplicatorios al Protector del Perú, al extremo de decir que "una población de 70.000 habitantes apenas le había dado doscientos reclutas; y que Ja ley marcial publicada por el gobier– no había, por todo efecto, producido Ja formación de algunas mi– licias" (todo ello cierto); pero milicias que "no prestaban otra es– peranza, sino Ja de ver hombres que, como siempre, desertarlan al aspecto del enemigo" (21). (20) Nota del mismo 17. (21) Oficio datado el 19 de octubre en Babahoyo y directamente rotu– lado al general San Martín. La situación de Sucre, como ya se expresó en el capítulo Auxilios a Colombia, era desesperada y violentísima. En nota del 26 de setiembre manifestaba ser •'urgente y urgentísimo algún auxilio"; y
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